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Estaba aprendiendo a conducir y se proyecta a canal junto con su hija, saliendo ambas con vida, pero asustadas

  • Por: POR ANTONIO RAMÍREZ
  • 03 FEBRERO 2016 - .
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Rescatistas de Protección Civil, captados en la búsqueda del auto que cayó al Anzaldúas.

La falta de pericia de una ama de casa, en el manejo vehicular la puso en peligro de muerte junto con su pequeña hija de 3 años, cuando en una mala maniobra cayó al canal con el automóvil Pontiac Grand Am 98 que le había prestado una vecina. 

Dulce María Guzmán, de 26 años y su pequeña hija Abigail, de 3 años, paseaban en el auto que su vecina Ismerai Carvajal Uribe, de 28 años, le había prestado para que practicara en el manejo vehicular. 

La mujer al volante quiso realizar una maniobra para cambiar el rumbo en la orilla del canal por la calle Emiliano Zapata, pero los nervios le ganaron y en lugar de aplicar el freno aceleró a fondo y el auto enfiló bordo abajo del canal cayendo al agua. 

Madre e hija hubieran muerto ahogadas, si en esos momentos no pasa una adolescente de algunos 13 o 14 años, que se dirigía a su secundaria. 

Ella vio el accidente y supo que en el auto iba una señora y su hija de tres años e inmediatamente se lanzó al agua, tras exclamar: “yo se nadar y voy por la niña”. 

La adolescente alcanzó a tomar con sus manos a la niña y a pesar de lo escabroso del terreno la llevó hasta la orilla, donde la esperaba Ceferino Alvarado Tecillos, un hombre de 61 años, testigo del accidente.

Ambos desde la orilla con la niña en brazos, vieron como Dulce María, la madre de la pequeña nadaba hasta donde ellos se encontraban y en conjunto vieron cuando el auto, se fue hundiendo, hasta desaparecer en las profundidades del canal Anzaldúas a la altura de la colonia La Nopalera.

Dulce y su niña se refugiaron en el domicilio de su suegra, mientras que rescatistas de PC buscaban la unidad para extraerla del agua. 

Ismerai Carvajal, dijo que el auto tenía un mes que su esposo se lo acababa de comprar, pero se le ocurrió prestárselo a su vecina, sin imaginarse lo que estaba a punto de ocurrir.  Daba gracias a Dios, que todo quedó en la pérdida de la unidad y que su vecina y su hija hayan resultado ilesas.

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