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El Matachavitas

La península de Yucatán se consternó con una serie de asesinatos a mujeres jóvenes, afortunadamente se logró capturar el asesino

  • Por: EDUARDO ROJAS GALINDO
  • 03 JULIO 2021 - .
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La tarde Staff.

Entre junio de 2007 y julio del 2008 ocurrieron tres crímenes de mujeres jóvenes en las zonas rurales de la costa yucateca.

De pronto, la tranquilidad de la península se trastornó, porque nadie creía que pudiera ocurrir crímenes en serie. 

La noticia estaba en boca de todos los habitantes. 

Los medios de comunicación presionaron a las autoridades. El pánico se apoderó de la población.

Existía un ambiente negativo porque la sociedad exigía la detención del culpable o culpables, porque no se sabía el nombre del responsable.

Había una histeria colectiva entre las jovencitas, pero sobre todo había preocupación entre los padres de las jovencitas.

La policía detuvo como responsable a Mario Alberto Sulú Canché y la prensa de la península lo llamó “el matachavitas”, porque sus víctimas tenían entre 15 y 25 años.

Causó mucha expectación en la península yucateca. Hasta ahora es considerado el único caso de asesino en serie.

Lo primero que se hizo fue analizar su conducta y su personalidad. Se descubrió que Sulú Canché provenía de una familia clase media-baja y disfuncional.

Fue algo que se destacó mucho. Sus orígenes fueron importante para establecer un patrón de conducta que ayudará a los investigadores a desenredar lo que en su mente se organizó para matar a jóvenes.

Las detalles de su vida fueron publicados. 

Desde su juventud tuvo problemas con las autoridades. Todavía no cumplía la mayoría de dad cuando ya tenía un antecedentes penales. 

Se informó que tenía una personalidad agresiva contra quien figuraba como una imagen de autoridad: padres, maestros, autoridades policiacas. 

Sus delitos iban desde hostigamiento y acoso sexual hasta asalto a mano armada e intentos de violación.

Nunca tuvo un empleo constante. Ya que no tenía respeto por sus empleadores lo que provocaba que renunciara o era despedido o dejaba de ir a trabajar. 

Y por falta de dinero se dedicó a robar. Fue fácil tomar esa decisión porque no podía mantener un empleo. Robaba solo, porque se analizó que tampoco podía mantener una amistad, aunque sea para cometer actos ilícitos.

Eran robos menores, principalmente para satisfacer necesidades de comida, aunque eso fue el principio. También utilizó el dinero para satisfacer gustos como embriagarse y buscar diversión.

Los psicólogos consideraron que su personalidad era la de típico psicópata.

Para lograr sus crímenes abordó a sus víctimas con el pretexto de darles empleo. Trató de impresionar a las jóvenes mostrándose como un joven de buena posición económica y que tenía un interés sincero en las chicas que abordaba.

Con la excusa las engañaba para subirlas a su auto. Luego las llevaba a  lugares apartados.

Primero les hacía propuestas indecorosas, pero cuando era rechazado se ponía violento, la amagaba y luego las violaba. Se ponía violento porque un rechazo era para él una acción de autoridad en su contra. Como no sabía manejar una negativa utilizó la fuerza física para someter a las víctimas para lograr sus propósitos.

 Luego de la violación y para no que lo denunciaran las asesinó. 

Pero sus asesinatos no eran cuidadoso, en sí Salú Canché era un criminal descuidado. Parecía que no le importaba ser descubierto o pensó que nadie investigaría los crímenes, pero se equivocó.

Cometió muchos errores, para empezar, tuvo muchos testigos que lo vieron en ser la última persona que acompañaba con vida a sus víctimas.

Y dejó muestras de ADN en los cuerpos  de las víctimas. Fue fácil encontrar conexión entre las víctimas. Se descubrió que era un criminal en serie. Esta situación preocupó a la sociedad porque ahora se sabía que había un criminal en serie suelto en el estado de Yucatán.

Su primera víctima fue Alma Lucely Canul Ciau, quien era estudiante de preparatoria. Fue abordada por su victimario cuando salía de la escuela.

Salú Canché aceptó matarla, pero no era su intención, sino que deseaba solo tener relaciones sexuales,  pero como Alma se negó fue golpeada,torturada, violada y finalmente asesinada.

También fue acusado de asesinar a Leydi Marlene Pech Canul y Guadalupe de los Ángeles Rodríguez Méndez.

El “matachavitas” primero aceptó los crímenes, pero luego se retractó. Dijo que fue obligado por los policías a aceptar los crímenes. Según él fue torturado física  y psicológicamente para aceptar los crímenes, aunque las pruebas d de laboratorio demostraron que era responsable de los homicidios.

Después de un juicio en donde se mostraron más pruebas, fue condenado a 40 años de prisión, que es la pena máxima en Yucatán por el delito de homicidio calificado.

Pero la mañana del 30 de agosto de 2008, durante el pase de lista de los presos, Salú Canché fue encontrado ahorcado con unos pantalones.

Probablemente asesinado por otros presos, pero no se pudo comprobar, pese a que se entrevistó a muchos internos y celadores. Pero la investigación se estancó y nadie fue responsable del “matachavitas”.

Hasta la fecha, Yucatán no ha vivido otro asesino en serio.

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