¡Toma tu ….coca!

Ante la propuesta de aumentar dos pesos a los refrescos en el país, los más perjudicados serán los consumidores finales, ya que la última vez que aumentó un peso no hubo baja en el consumo.

SOSTENDRÁN REUNIÓN EN MÉXICO

Bernardo Maldonado González, coordinador regional del Sindicato Nacional de Embotelladores, comentó que en esta semana los están citando a una reunión para ver este tema.

“Se dice que están pidiendo el aumento al refresco, aún no nos han pasado el dato, vamos a checar esta propuesta del aumento que se quiere dar al refresco, estamos citados a la Ciudad de México para poder ver algunos puntos respecto como vamos en la delegación y lo que se ha dicho de que viene el aumento”, dijo.

EL 80% DE LA POBLACIÓN CONSUME REFRESCO

Los senadores perredistas Armando Ríos Piter y Zoé Robledo, junto con organizaciones civiles, anunciaron el impulso de una reforma para aumentar 100 por ciento el impuesto especial a los refrescos, para que el gravamen sea de dos pesos por litro, a fin de continuar la lucha contra su consumo que genera problemas de salud.

“No es la primera vez que se hace, la gente como quiera sigue consumiendo el refresco, es como aumentó el cigarro, como quiera siguen consumiendo, estamos acostumbrados un 80 por ciento de la ciudadanía a nivel nacional a comer con refresco, según lo están haciendo para mejoras de salud”, expresó el coordinador regional del Sindicato Nacional de Embotelladores.

Cuando en el 2014 se dio el aumento de un peso, solamente en las primeras tres semanas se vio una dominación, un 16 por ciento, pero luego repuntó de nueva cuenta.

FUE MUY POQUITO

Lo que disminuyó en ventas.

 Pero en contraparte los empresarios aseguran que la reducción no fue mucha, si no apenas un 3 por ciento.

 El gobierno federal ha recaudado 49,127 millones de pesos y pese a que la medida buscaba desincentivar la compra de refrescos, la población apenas redujo su consumo en 15 mililitros diarios o 3%.

 Analistas coinciden en que sólo se traduciría en un sobreprecio para los compradores, pues las empresas refresqueras trasladarían en su totalidad el efecto de dicho gravamen a los consumidores.

DICEN QUE SÍ BAJÓ CONSUMO

 Según el INSP les afectó afectó impuesto en la venta. De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), haber aplicado un peso de impuesto a los refrescos, desde 2014, permitió un decrecimiento de 4.2 litros en el consumo anual per cápita de estas bebidas, así como la medida impactó en la reducción de al menos un cuarto de kilo de peso en cada mexicano.