Todo parecía felicidad

Familiares de Elsa García, trataron de reanimarla, pero ya no tenía hálitos de vida.

La mortal determinación que tomó la joven obrera de maquiladora Elsa García Hernández, dejó desconcertados a su esposo y demás familiares, pues en apariencia no tenía motivos para matarse. 

Lorenzo Antonio Basilio Jiménez, al presentarse a identificar y reclamar el cuerpo de su esposa en la Agencia del MP, dijo desconocer los motivos por los que su esposa se colgó, dejándolo a él y a sus hijos dormidos en su recámara. 

“No hubo discusión, no se encontraba enferma e incluso teníamos planes de cambiarnos a la casa nueva que nos había entregado ya el Infonavit; sólo estábamos afinando detalles para mudarnos”, dijo Basilio en su declaración ante el fiscal cuarto investigador. 

Lorenzo Antonio, dijo que el sábado salieron los dos de su trabajo en la maquiladora Jonhson Controls, a las 6:45 y llegaron a su casa. 

Ella se quedó haciendo los quehaceres del hogar y él se fue a jugar futbol. 

Al mediodía regresó y luego de comer, se quedaron dormidos. Horas después recibieron la visita de unos tíos de Elsa, pero fue momentánea la estancia, porque luego se fueron y ella regresó a acostarse. 

Sorpresivamente, dijo su esposo, Elsa se levantó sin que se dieran cuenta y a eso de las 21:30 horas, escuchó que tocaban la puerta fuertemente. 

Era Juan Santiago Hernández y su esposa Verónica García, que llevaban en brazos a su esposa, ya muerta. 

Juan le dijo que la había encontrado colgada en el patio. “Tratamos de reanimarla, pero ya no se pudo hacer nada para revivirla”, dijo con desconsuelo Lorenzo Antonio.

Actualmente la familia vivía en calle Nikel 109 de la colonia Villa Esmeralda, pero tenían planes de cambiarse en breve a una  nueva casa que le acababan de entregar en el Infonavit, según dijo.