Mi Reynosa

“Que me regresen a mi hija”

Ruega Claudia García, quien aceptó la pequeña aprovechara la ciudadanía para estudiar en Texas, pero quien está a cargo de la pequeña Astrid de 6 años se niega a devolverla para no perder las estampillas y ayuda que le da por la menor el gobierno de Estados Unidos.

  • Por: POR CARLOS TOVAR
  • 02 JUNIO 2015 - .
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María Elena le dice ya no te puedo entregar a tu hija, tú me obligaste a que tomara una decisión.

El terror invade a una madre, la angustia de perder a su hija de 6 años por el hecho de permitirle estudiar en los Estados Unidos a cada momento se hace más grande.

Lo que parecía una buena alternativa para la educación de su hija, ahora se ha convertido en un episodio de desesperación e impaciencia con la persona que confió.

Claudia García García es una madre soltera con dos hijos, una de ellas es la pequeña Astrid Vianney Carmona, de 6 años, quien se encuentra en Lyford, Texas, viviendo con una mujer de nombre María Elena Martínez.


Esta es la historia: 

Vivió algún tiempo en unión en libre con José Reyes, padrastro de su hija Astrid. Circunstancias de la vida y malas decisiones llevaron preso a José en una cárcel del Valle de Texas a finales del año 2014.

Una tía de Reyes se puso en contacto con ella a través de Facebook, pues su pareja buscaba entablar comunicación con su familia aquí en México, esa tía es Maria Elena Martínez.

“Al principio ella se comunicaba conmigo a través de face para hablar sobre el estado legal de José, compartíamos información entre ambas para saber de él”.

Después de un tiempo, ella se involucró más conmigo en las conversaciones y supo que mi Astrid (su hija) tenía la ciudadanía americana, recordó Claudia. 

Después de conocer eso, durante el mes de enero María Elena inició un trabajo de convencimiento sobre Claudia para que la pequeña estudiara en una escuela de Estados Unidos y los fines de semana la regresaría con su madre aquí en Reynosa. 

“Me preguntó, por qué tu hija no estudia allá (Valle de Texas), y yo le respondí que no tengo visa, que las autoridades me la quitaron hace tiempo y no he buscado arreglar esa papelería desde entonces”.

Ella se ofreció a ayudarme para que mi hija estudiara allá, para que de alguna manera lograra una buena educación en su lugar de origen, al principio no estaba muy convencida, pero lo analicé un tiempo y me pareció una buena opción, declaró.

Para el mes de marzo de este año, con una relación de confianza establecida con la tía de su ex pareja, con quien habría tenido comunicación permanente, aceptó que su hija estudiara en Lyford, Texas, mientras que los fines de semana regresara a Reynosa con ella. 

“Yo confié porque sé que mi hija es originaria de allá, pensé en que aprendería inglés a la perfección, que lograría ayudarle a conseguir un futuro prometedor, además, estaría con una de sus tías, no le veía mayor problema”.

“Quedamos en un acuerdo que ella me regresaría a mi hija desde la tarde del viernes, estaría conmigo todo el sábado y el domingo en la tarde la dejaría con ella en el puente de nueva cuenta”, expresó la mujer entre sollozos.

Así fue un tiempo, pero las cosas cambiaron.

“María Elena me pidió que le firmara unos documentos cediendo derechos sobre la niña, para que pudiera obtener beneficios para mi hija, como estampillas y otras ayudas de gobierno”, dijo.

Como ella puso mi fecha de nacimiento incorrecta, recordó, no se la aceptaron, sin embargo yo no firmé nada, ella falsificó mi firma porque se llevó una copia de mi credencial de elector. 

No la ve desde el 10 de mayo

La última comunicación que tuvo con Astrid fue porque consiguió el teléfono de la escuela, gracias a una conocida que vive en Texas. 

Mi hija me dijo: ‘Mami, María Elena quiere que diga que tú me maltratas, ¿qué es maltratar?’, yo le dije que no mintiera lo que le pedían”. 

Para eso ya tenía dos semanas que no la regresaban a Reynosa.

Claudia desconoce el nombre exacto de la escuela donde estudia Astrid, pero sabe que en el domicilio 12962 Glen Lofton Rd 78569 en Lyford, Texas, vive María Elena Martínez con su hija y marido. 

“Yo sé que esa mujer me convenció, pero yo pido que me regresen a mi hija, quiero que me la devuelvan”, manifiesta entre lágrimas Claudia.

A raíz de estos problemas, Claudia se dio a la tarea de investigar más a fondo a María Elena, descubrió que ha tenido a cuatro menores en su casa que no le pertenecían, con los que logró obtener apoyos gubernamentales en Estados Unidos. Su hija sería la quinta.

“Ella acostumbra vivir de las ayudas de los niños de otras personas, lo único que pido es que mi hija regrese conmigo”.

A través de Whatsapp y Facebook, Claudia pedía que le entregaran a su hija de nueva cuenta, pero bajo los argumentos de que su hija tiene tuberculosis y que se encuentra en hospitales para atenderse un severo cuadro de depresión la retuvieron en los Estados Unidos.

María Elena ya la bloqueó de las redes sociales y no puede entablar comunicación telefónica tampoco. 

La madre desesperada ya busca ayuda por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Reynosa, para lograr un permiso de internarse en los Estados Unidos, con el fin de reclamar a su pequeña y regresarla a casa. 

“Esta mujer me ha dicho que no me van a regresar a mi hija, que no puede hacerlo que prefiere entregarla a instancias familiares de los Estados Unidos, antes que entregármela a mí”.

Lo último que me decía era que mi hija estaba mal, que la había llevado al hospital en varias ocasiones y que en la escuela habían detectado problemas de actitud a causa de que yo la maltraté en México, afirmó.

En la escuela donde estudia Astrid tampoco le permiten comunicarle a su hija, Claudia presume que esto se debe a que María Elena fue la chofer del transporte escolar en ese plantel.

Le dan a la niña pastillas para dormirla

Según las últimas comunicaciones que logró entablar con María Elena, a Claudia le dijeron que ella es la culpable del estado depresivo de su hija y que no se la van a regresar.

En los mensajes de texto y de voz que Maria Elena le envió por Whatsapp se escucha a una mujer, que en tono agresivo, le insinúa que su hija no va a regresar a casa con ella. 

“Yo creo que tu hija no va a volver a regresar contigo, al menos no ahorita, la escuela ya intervino y también la policía, la niña está mal, solamente duerme. Me dijeron que no puede regresar a México hasta que reciba un tratamiento”, se escucha en uno los mensajes que le enviaron.

El esposo de la mujer que retiene a la menor en los Estados Unidos, es señalado por su familia política como quien intentó abusar sexualmente de una sobrina, Claudia teme por eso. Otro aspecto que le parece terrible es que Astrid le reveló en la ultima llamada que sostuvieron, que le eran administradas pastillas para dormir todos los días.

“Tu hija le dijo a la maestra que no podía hablar sobre lo que le estaba pasando, que porque si lo hacía tú le ibas a pegar. La niña tiene miedo”.

Ella se está muriendo en vida, tu hija se está muriendo solita, solamente ella sabe lo que está pasando, no pienses que yo la estoy maltratando, asegura María Elena en otro mensaje de voz.

Desde otro país, aunque a unos cuantos kilómetros de Lyford, Texas, la madre desesperada clama ayuda, mantiene la fe y esperanza de que alguien la escuche y atienda su ruego, para ayudarle a traer a la pequeña Astrid a casa.

 

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