Qué fue

La ataca sin tener misericordia

Pensando que estaba viva se lleva a sus hijas a casa de su madre y es capturado cuando descubren cuerpo sanguinariamente asesinado.

  • Por: POR ANTONIO RAMÍREZ
  • 07 SEPTIEMBRE 2015 - .
  • COMPARTIR
Thumbnail

“Ahora sí, se me pasó la mano y la maté”, dijo el uxoricida Ramón Leija, al referirse a su esposa.

En el segundo intento por matar a su esposa, un albañil desquiciado cumplió con sus criminales propósitos ayer al mediodía, cuando de varias puñaladas y a martillazos se convirtió en uxoricida. 

La tragedia que dejó en la orfandad a tres menores se registró poco antes del mediodía en el interior de la casa marcada con el número 214 de la calle Joseph Onofre del fraccionamiento Fundadores. 

Ahí empezaron una discusión acalorada por problemas de pareja, Ramón Leija Perales, de 40 años y su esposa Esmeralda Hernández Ramos, de 36 años, obrera de Panasonic. Un mes antes, Leija, había intentado acuchillarla, pero no cumplió con sus amenazas mortales. 

Pero ayer poco antes del mediodía, la discusión se acaloró demasiado al grado que el sujeto tomó un cuchillo de cocina y le asestó varias puñaladas en el cuello y con un martillo le golpeó la cabeza, dejándola que se desangrara en el piso a un lado de la cama. 

Luego salió corriendo, tomando de la mano a dos de sus hijas menores con el propósito de llevarlas a casa de su progenitora Hermelinda Rangel Salinas en el fraccionamiento San José. 

El sujeto pensó que su esposa solamente estaba herida y salió con esa creencia, pero cuando intentaba escapar elementos de la Policía Federal que atendían un llamado que reportaba un caso de violencia doméstica, lo detuvieron y al comprobar que su víctima había muerto, inmediatamente lo pusieron a disposición del fiscal tercero investigador, Jorge Carlos Sánchez Fernández. 

CONFIESA 

Ramón Leija, confesó haber dado dos o tres puñaladas a su esposa, luego que ella lo había herido en una mano. Reconoció que anteriormente habían sostenido un problema similar, pero en esa ocasión sólo le ocasionó una herida superficial, que no puso en peligro su vida. 

“Ahora, sí me excedí…se me pasó la mano, pero cuando salí de ahí yo me fui con la creencia de que estaba herida solamente, nunca me imaginé que había muerto”, señaló en su declaración. 

El sujeto aceptó que tenían muchos problemas porque según él, su esposa golpeaba mucho a sus dos hijas, las que procrearon durante su unión. 

Ella tuvo su primera hija, que actualmente tiene 14 años, con otra pareja. Con Ramón, durante los años que duró su relación procrearon dos niñas de 12 y 9 años, que son las que dejó encargadas con su progenitora, antes de que lo detuvieran. 




DEJA TU COMENTARIO

MÁS EN LA TARDE

LA TARDE RECOMIENDA