Silencio, que están durmiendo...

Cuando cierras los ojos para ir a a la cama, seguro que esperas tener un sueño tranquilo y reparador.

Cuando cierras los ojos para ir a a la cama, seguro que esperas tener un sueño tranquilo y reparador, pero, aunque al despertar pienses que lo has conseguido, lo cierto es que tu cuerpo ha experimentado multitud de sensaciones de las que no has sido consciente mientras dormías. Y es que el organismo ha seguido funcionando durante esa etapa y haciendo algunas cosas bastante curiosas. Aquí te presentamos 10 de ellas que seguro que nunca te habías dado cuenta.

1. Es bastante

frecuente que el cuerpo sufra ligeros temblores al dormir. Le sucede al 75% de la gente y se debe a los cambios que experimenta el organismo al pasar de estar despierto al sueño. Uno de los espasmos que más tienen lugar es el conocido como mioclónico, la sensación de que te caes de la cama al quedarte dormido.

2. Muchas personas rechinan los dientes mientras duermen. Es lo que se conoce como bruxismo del sueño y aparece por motivos de estrés o por una desalineación de la mandíbula. A la larga, esta afección puede ocasionar problemas dentales o dolores de cabeza, boca, oído o cuello.

3. ¿Alguna vez has sentido vergüenza porque se te han escapado unos gases mientras dormías? No te preocupes, es bastante común. Ten en cuenta que el cuerpo está relajado y apenas se puede controlar. Aún así, puedes reducir las posibilidades de que esto suceda cenando ligero y dejando pasar unas tres horas entre el momento de dejar de comer y el de ir a la cama.

4. Cuando estamos dormidos profundamente, los músculos de las extremidades se paralizan. De esta curiosa forma, el cuerpo evita que te muevas al ritmo de los sueños. Es por ello que, cuando sufres una pesadilla y eres consciente de que no es real, intentas moverte sin obtener resultado.

5. Dormir… ¡adelgaza! Eso sí, no creas que vas a despertar con varios kilos menos, pero sí que el organismo consume energía mientras descansas para mantener las constantes vitales, además de para eliminar toxinas y elementos nocivos del cuerpo. Por el contrario, si no duermes lo suficiente, provocarás que se libere una hormona llamada ghrelina, que hará que tengas más apetito.

6. Dormir no solo adelgaza sino que también hace que seas más alta, aunque solo durante la noche y apenas unos milímetros. Esto es porque, mientras duermes, la columna se relaja y se aumenta un poquito el espacio entre vértebras ayudándote a crecer ligeramente y, al levantarte, vuelven a su posición original.

7. Aproximadamente un 5% de la población habla mientras duerme e, incluso, llega a gesticular a la vez que verbaliza. Sucede con más frecuencia en niños que en adultos y en hombres que en mujeres. Normalmente, no supone ningún problema, aunque, en algunos casos, puede estar relacionado con la apnea del sueño.

8. En la fase del sueño conocida como REM (por sus siglas en ingl�s Rapid Eye Movement o Movimiento Rápido de los Ojos), los globos oculares se mueven sin parar de arriba hacia abajo. Sucede entre los 60 y los 90 minutos después de dormir y, aunque los científicos no han llegado a un consenso sobre los motivos, se cree que se debe a la intensa actividad neuronal que tiene lugar en esa etapa.

9. Mientras

duermes, tu cerebro aprovecha para clasificar toda la información que ha recibido durante el día y eliminar aquello que considera que no vamos a necesitar, desde algo que has experimentado durante la jornada a un programa de televisión que has visto. Además, también elimina toxinas que podrían dañar las proteínas que le protegen.

10. El Síndrome

de la Cabeza Explosiva sucede cuando una persona está durmiendo y, de repente, siente que su cráneo va a estallar. La gente que lo padece se suele despertar muy asustada y desorientada. Pese a ser bastante curioso, es algo que ocurre a menudo debido a situaciones de ansiedad o a la falta de sueño. En casos más graves, necesita medicación.