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¿Qué es el castigo y cómo se aplica?

Un concepto fundamental en Psicología, especialmente en el paradigma conductista

  • Por: AGENCIAS
  • 07 NOVIEMBRE 2018 - .
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El castigo es uno de los conceptos centrales para la psicología conductista

El castigo es uno de los conceptos centrales para la psicología conductista. Se trata de una técnica de modificación de conducta cuya finalidad es la de disminuir o extinguir la repetición de un comportamiento.

Es, así mismo, un concepto que sido constantemente retomado e incluso criticado por algunas disciplinas fuera de la psicología, así como por subdisciplinas dentro de ésta; especialmente por la pedagogía, la psicología educativa, la psicología clínica y también la psicología organizacional, entre otras.

En el lenguaje coloquial, el término “castigo” también se ha extendido y se ha cargado con distintos significados, que con frecuencia lo utilizan como sinónimo de daño emocional o físico.

Es por esto que hablar de “castigo” puede tener algunas variaciones según quién utiliza el concepto, y puede así mismo dar pie a distintas confusiones. En este artículo veremos específicamente qué es el castigo en la psicología de tradición conductista (especialmente en el condicionamiento operante), y cómo se utiliza.

¿QUÉ ES EL CASTIGO? SU USO EN CONDICIONAMIENTO OPERANTE

El concepto de castigo aplicado en psicología surge de la corriente del condicionamiento operante. Esta última fue sistematizada por el psicólogo norteamericano Frederic Skinner, quien retomó las teorías más clásicas del condicionamiento desarrolladas por John Watson e Iván Pávlov; y posteriormente trabajadas por otro psicólogo estadounidense: Edward Thorndike.

El condicionamiento clásico hace referencia a cómo es que aprendemos un comportamiento mediante la presentación de un estímulo. A muy grandes rasgos, el condicionamiento clásico nos dice que ante la presentación de un estímulo, aparece una respuesta (una acción o una conducta).

LA CONSECUENCIA Y EL CASTIGO SEGÚN LA PSICOLOGÍA CONDUCTISTA

En términos resumidos, la consecuencia es el efecto de la conducta. En otras palabras, es lo que se produce luego de que ocurre una acción determinada. La consecuencia puede tener dos resultados posibles: bien puede hacer que dicha acción se repita, o bien, puede hacer que la acción disminuya.

El primer caso se trata de una “consecuencia positiva”, ya que refuerza la conducta y favorece su reiteración. En el segundo caso, hablamos de una “consecuencia negativa”, debido a que su principal efecto es la supresión del comportamiento. Vemos entonces que, a pesar de utilizar con frecuencia conceptos como “positivo” o “negativo”, en el contexto del condicionamiento operante no se trata de términos que indiquen moralidad, es decir, no deben entenderse como �buenos” o “malos”, sino en cuanto a sus efectos y según la forma en la que se presenta un estímulo.

Así pues, la consecuencia puede tanto fortalecer un comportamiento como suprimirlo. Y esto último depende de cómo se aplica y de cuál es su finalidad. Podemos entonces distinguir dos tipos de consecuencia:

1. CONSECUENCIA POSITIVA (EL REFORZADOR)

El condicionamiento operante nos dice que para fortalecer una conducta, es necesario presentar o bien, retirar, un estímulo. El objetivo tanto de presentarlo como de retirarlo es siempre el de reforzar el comportamiento. Esto último puede ocurrir a través de dos acciones y elementos distintos:

1.1. REFORZADOR POSITIVO

El refuerzo positivo es el que ocurre mediante la presentación de un estímulo agradable. Por ejemplo, cuando se le da a una persona un incentivo (material o inmaterial) que le gusta, luego de haber tenido el comportamiento esperado. Un clásico puede ser el de dar un dulce a un niño pequeño cuando ha hecho algo que queremos que se repita. En el contexto más tradicional de la experimentación con animales, un ejemplo de refuerzo positivo es cuando se da a una rata una bola de comida luego de presionar una palanca.

1.2. REFORZADOR NEGATIVO

El refuerzo negativo consiste en retirar un estímulo desagradable. Por ejemplo, quitar algo que a la persona no le gusta: si a un niño le desagrada hacer los deberes, un refuerzo negativo es reducir el número de estos últimos luego de que ha tenido un comportamiento deseado (ya que esto hará que el comportamiento se repita).

2. CONSECUENCIA NEGATIVA (EL CASTIGO)

Por otro lado, la consecuencia negativa, también llamada “castigo”, tiene el objetivo de suprimir un comportamiento. Igual que en los casos anteriores es necesario presentar o retirar un estímulo; sólo que en este caso, la finalidad es siempre la de extinguir, o por lo menos disminuir, la aparición de una conducta. Lo anterior sigue un mecanismo de aprendizaje más complejo que el de la consecuencia positiva, y puede ocurrir de dos maneras posibles:

2.1. CASTIGO POSITIVO

En este caso se presenta un estímulo que provoque repugnancia o rechazo, de manera que la persona o el organismo asocia un comportamiento con dicha sensación desagradable y entonces evita su repetición. Por ejemplo, en experimentos con animales se han utilizado descargas eléctricas cuando estos realizan conductas no deseadas. Un ejemplo entre las personas, pueden ser los castigos basados en palabras o acercamientos físicos desagradables.

2.2. CASTIGO NEGATIVO

El castigo negativo consiste en la retirara de un estímulo agradable. Por ejemplo, cuando se quita a una persona algo que le gusta. Un caso típico podría ser el de retirar a un niño un juguete que le agrada luego de que ha tenido una conducta que no queremos que repita.

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