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El adulterio y el amor

La primera necesidad de ellas en el matrimonio no es el sexo, sino el afecto

  • Por: AGENCIAS
  • 30 JULIO 2016 - .
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Mi amante fue quien me sacó de toda esta bruma del post-embarazo.

“A mí el adulterio me ha ocasionado lo contrario que desamor con mi pareja. Yo venía de un embarazo, con un niño muy pequeño, todo el tema sexual con mi marido me costaba, era un poco complicado... Así que todo esto fue como un renacimiento. Con mi pareja llegó un momento en que no podíamos tener relaciones satisfactorias, lo hablábamos y no mejoraba, y mi amante fue quien me sacó de toda esta bruma del post-embarazo. En general ha mejorado mucho todo con mi pareja, sexualmente también. Porque tal vez con lo que está sucediendo y te está pasando te vuelves más paciente con el marido, más cariñoso. O también podría ser porque simplemente estás contento y satisfecho en general, y eso contribuye a la situación en casa.

“El tema de la culpa funciona así: mientras estoy con él, y sé que no estoy robando tiempo de estar con mi familia, no siento ninguna. Pero cuando eso sucede, aunque sea solo en mi cabeza (cuando estoy en mi casa y pienso en lo otro, por ejemplo), entonces sí me siento traidora. Es un mal momento. Y la parte de llegar a casa después de verme con él tampoco es la mejor. Tienes que incorporar otro personaje en ti.

“La vida familiar de mi amante solo me inspira curiosidad mórbida. Él y yo hablamos mucho, y charlamos de sus hijos, sé de su mujer, sé dónde viven... Alguna vez lo he visto con sus hijos y fue una cosa muy bonita, no me afectó para nada. En alguna ocasión, y si la conversación deriva demasiado hacia su mujer, le digo que no es necesario, que no me interesa. Pero no por celos, particularmente. No siento celos. Yo tengo un novio y un marido. Es estupendo. Es el mejor de los mundos. Lo pasas mal a ratos, pero la cuenta final es positiva.

“No tengo esperanzas de futuro con esto. La verdad es que soy muy feliz con mi marido. Nuestra vida familiar, una vez superado el tema de la cama, es genial. Aquel era nuestro único problema, y se solucionó cuando yo conocí al otro. Mi marido es el hombre con quien quiero compartir mi vida, estoy súper contenta con él. Pero he visto en algún momento que todo esto no era suficiente. Asimismo, mi amante y yo no funcionaríamos como pareja. No porque sea un mal tipo, todo lo contrario. Es genial también, me gusta mucho y lo respeto. Es solo que lo nuestro no es esto, no va de convertirnos en pareja.

“He sido infiel otras veces y no servía de nada. Borracha, para luego despertar y decirme: “¿de qué ha servido esta mierda?”. Lo de ahora es otra cosa. Pero ojo: tampoco es que se haya transformado en amor. Lo del “amor” es un tema tabú. No lo hablamos. Estas cosas pasan. Y, eh, un poco de amor sí que hay; de lo contrario no aguantarías todo este tiempo.

“Si no existiese algo de amor no pasarías nunca por algo así. Porque a esto le tienes que dedicar mucho tiempo y mucha energía. No es fácil. A veces es agotador. Pero me he dado cuenta de una cosa: en esta vida te acostumbras a todo. A todo. Yo jamás creí que sería capaz de llevar una vida doble. Y escuchaba a gente que vivía así y me decía: “cómo puedes”. Pues puedes. Puedes y te adaptas y sigues y estás enganchado. Mi vida es mejor con él. Es así.

“Siguen habiendo momentos de hartazgo, pero siempre recaemos y volvemos a empezar. Él siempre repite algo que para mí es crucial: que con nuestras familias ya tenemos que mentir un montón, así que en lo nuestro no puede caber ninguna mentira. Porque no hace falta. Que lo tengamos todo muy claro, que no nos cortemos a la hora de decir si algo va mal.

“Yo no le veo final a esto. Es imposible predecirlo. Pero ahora mismo te digo que estoy muy contenta. A pesar de la logística, y a pesar de lo de mentir, que es una mierda... Por otra parte, me he dado cuenta de que soy súper buena mentirosa (ríe). “Llevamos mucho tiempo juntos, mi marido y yo. Llevamos tanto tiempo juntos, y empezamos a salir tan temprano, que si a él le pasara lo que a mí, creo que yo lo entendería. Esto lo hago porque en su día no hice lo que tenía que hacer. Y antes que él solo tuve novios largos. Esto es algo que tengo que hacer, porque más adelante nunca podré”.


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