Mi Reynosa

‘No tengo a nadie, me siento sola’

Doña María Luisa tiene ya 10 meses en la Casa del Indigente y como regalo del Día de las Madres le gustaría ver a sus hermanos quienes viven en la Ciudad de México

  • Por: ÁNGEL DOMÍNGUEZ
  • 10 MAYO 2016 - .
  • COMPARTIR
Thumbnail

Doña María Luisa quiere reunirse con sus hermanos con quienes tiene años de no verse. (Fotos: Ángel Domínguez).

“Lo que quiero para el 10 de Mayo es poder ver a mis hermanos, porque son lo único que me queda, porque no conozco a mis nietos desde que me hijo se casó”, exclamó entre dientes y a punto de las lágrimas doña María Luisa Hernández Olvera al recordar su historia.

Desde hace casi 10 meses La Casa del Indigente ha sido su hogar, porque la amiga que la cuidaba tuvo que irse a vivir a McAllen por cuestiones de salud y ante la falta de atención fue enviada a ese refugio.

“Me trajeron unas amigas porque yo no tengo familia, mi hermana concha esta en un asilo, Martina en Xochimilco y Luis no se en donde está porque no puede caminar, lo que quiero es verlos”, expresó con ojos llorosos y moviendo las manos con ansias por que su deseo se hiciera realidad.

 Por años doña María Luisa vivió en la calle Javier Mina número 1810 de la zona Centro, donde cuenta que conoció a su amiga María Elena Flores de Cantú a quién le decían “Nena” en el lugar y que por muchos años la ayudó a             sobrevivir.

Doña María Luisa es una persona de la tercera edad que a sus 79 años, vive dependiendo de una silla de ruedas para poder caminar, debido a que fue operada de la cadera y ya no pudo volver a caminar.

Entre sus deseos en el Día de la Madres es poder ver a sus hermanos Luis, Martina y Concepción que se encuentran en la Ciudad de México y a su amiga “Nena” con sus hijas quienes se convirtieron para ella en su familia, debido a que estuvieron a su lado por más de 30 años desde que llegó a esta frontera.

Por muchos años trabajo en un hospital, en una farmacia y hasta brindaba servicios a domicilio porque era enfermera, pero con el paso de los años dejó de practicarlo, quedándose sin una fuente de ingresos económicos, sobreviviendo sólo con la ayuda de su amiga.

Para La Tarde expresó que para ella este año el Día de las Madres será de tristeza, porque está sola en la Casa del Indigente, sin tener dinero para comprarse algo que le guste, sin la visita de la “Nena” con sus hijas, quienes le alegraban el 10 de Mayo con mariachi que les cantaban a ella y a su amiga, además de la convivencia que tenían.

“Ahorita sufro mucho porque no tengo a nadie me siento sola, tengo sobrinos y nietos, pero es como si no los tuviera, están en México y no saben nada de mí, mi único hijo murió hace años ya no hay nadie que vea por mí”, añadió la abuelita. 

En este Día de las Madres doña María Luisa Hernández Olvera, sólo tiene el deseo de ver a sus hermanos, porque todos se distanciaron y no saben en donde están para localizarse y que su amiga venga a verla.

DEJA TU COMENTARIO

MÁS EN LA TARDE

LA TARDE RECOMIENDA