Mi Reynosa

Expuestos a abuso corporal por su familia

Muchos ya no quieren regresar a sus hogares, al sufrir golpes de sus padres o hermanos mayores

  • Por: NUBIA RIVERA JUÁREZ
  • 08 FEBRERO 2019 - .
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En todo el mundo los niños son afectados por la violencia.

“Ya no quiero regresar a mi casa”, dice la pequeña Sugey de apenas nueve años de edad: su mirada refleja tristeza y miedo. 

Un día después de la clase, se atrevió a comentar entre sus compañeros, prefería las calles que estar con su familia

El amor, los abrazos, las palabras de cariño y de buenos ejemplos, han sido cambiados por golpes con cables, palos y patadas, que le han hecho olvidar que el amor existe en el seno familiar. 

Un día normal para Sugey, es ir a la escuela, regresar y enfrentar la cruda realidad, la violencia intrafamiliar que recibe de su propia hermana. 

Su madre trabaja todos los días, por lo que no puede estar en casa por largas horas y su hermana de 25 años es la encargada de cuidarla, pero en lugar de hacerlo, la somete a golpes. 

“Una vez me pegó con un palo por la espalda, ella solo llega y me pega, yo solamente quería hacer mi tarea, pero me dijo que tenía que barrer y me pegó tan fuerte que me dejó marcada”, dijo la pequeña. 

El infierno ya era parte de la vida diaria de Sugey, también le propinaba patadas y hasta golpes con un cable. 

“Tengo heridas ya con cicatrices en todo mi cuerpo, ya estoy acostumbrada a que me peguen, pero llegó un momento en que ya no podía más, por eso ya decidí no regresar a mi hogar”, expresó. 

La vida de Sugey ha pasado entre gritos y golpes, esperando todos los días a que su madre regrese, para ya no recibir más violencia. 

“Un día mi hermana me recibió a patadas, me pegó en la cara, el estomago, en la espalda, solamente porque le pedí de comer, tenía mucha hambre porque no había comido nada en la escuela, hubiera preferido seguir con hambre”, relata la menor de la que se resguarda la identidad. 

La madre no se ha ocupado al 100 por ciento de la menor, por lo que prefirió que dejará su hogar, ahora ella se encuentra en un lugar donde puede recibir educación, salud y un trato que no signifiquen golpes. 

Las cicatrices han quedado en su cuerpo, no desaparecerán, como tampoco desaparecerá la falta de amor y violencia que vivió en su hogar, a pesar de todo, ella mantiene su sonrisa y la esperanza de un mundo mejor.

UNA SITUACIÓN HABITUAL

De acuerdo a la UNICEF: Cerca de 300 millones de niños de 2 a 4 años de todo el mundo, lo que significa de 3ª cuatro son habitualmente víctimas de algún tipo de disciplina violenta por parte de sus cuidadores.

Son 250 millones de alrededor de 6 a 10 años que son castigados por medios físicos.

Seis de cada 10 niños de 12 a 23 meses están sometidos algún tipo de violencia.

Casi la mitad son víctimas de castigos físicos y una proporción igual están expuestos a abuso verbal.


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