Crisis ‘pega’ a familias y a festejos

Dalton Ramírez, propietario de Piñatería “Ramírez” afirma convencido que en las escasas ventas registradas durante la pasada Nochebuena y Navidad, no existe otra razón atribuible que la crisis económica que ha “pegado” a las familias y por ello durante la celebración y fiestas no hubo piñatas acompañando los festejos.

Y prosigue en tono preocupado que los precios de las piñatas no son la causa, pues desde hace dos años ha mantenido casi los mismos precios que van desde las económicas en 250 pesos a las de mil a mil 500 pesos, y estas últimas cuando se trata de pedidos especiales por los clientes y algunas de edición especial como las piñatas de 12 picos que solamente son para la celebración del Año Nuevo y que Piñatería “Ramírez” vende en forma exclusiva.

“No es por los precios, siempre hemos sido accesibles con los precios, pero de plano no hay ventas y son muy pocos quienes las solicitan”, asienta.

Un buen día de ventas puede ser cuando se comercializan un promedio de 20 a 30 piñatas, pero actualmente con apuros, apenas y se logran vender alrededor de unas 5 o 10, es decir el impacto en las ventas ha sido lesivo.

LA TRADICION

La costumbre de romper piñatas data desde la época posterior a la colonización del Continente, en donde los misioneros católicos al imponer la religión católica a los nativos, recrearon a través de personificar y evocar pasajes relacionados con la Biblia.

Según la tradición la piñata contiene en sus picos los 7 pecados capitales por los cuales Jesús ofrendó su vida para el perdón de los humanos y al destruirla se libera esa carga, son rellenadas por dentro con dulces y “colación” que representan la abundancia que se espera en el nuevo año por iniciar.

Son esenciales en las posadas de temporada, pues acompañan el pasaje del nacimiento de Jesús al encontrar José y María alojo para concretar su nacimiento y en la celebración se proceder a romper la piñata que es atribuida al “Diablo” al romperla es vencida junto con los pecados.

LAS HAY PARA TODOS

Dalton Ramírez explica que hoy en día las piñatas son parte de la vida diaria, no solamente son solicitadas para las fiestas, reflejan temas cotidianos y de interés común, evoca la tradición iniciada por el hace unos pocos años, en donde iniciaron la elaboración de piñatas alusivas a personajes políticos o hechos trascendentales en la opinión publica.

Desde piñatas a semejanza de políticos, alcaldes, ex –gobernadores en problemas legales, bailarinas desnudistas, agentes fiscales, celebridades en las redes sociales, hasta delincuentes que son homenajeados en las piñatas y que son del gusto del colectivo.

“Hace mucho que las piñatas dejaron de ser solamente las de 5 o 7 estrellas y de personajes infantiles, hoy hacemos piñatas en donde la imaginación del cliente es el limite, lo que nos pidan hacer lo hacemos, solo nos traen una fotografía del modelo que desean y sin importar que sea lo hacemos”, dijo.

Los precios son variados dependiente de lo complicado del diseño que sea pedido, las hay desde 250 pesos a mil 500 pesos, por ejemplo cita la piñata de 12 picos que representa cada mes del año y que es de aproximadamente dos metros y medio de tamaño, el doble de una normal.

Estas piñatas solamente las elaboran en Piñatería “Ramírez” y hay clientes que las aguardan con interés, pues solamente se venden para la celebración del Año Nuevo.

El entrevistado admite que clientes provenientes del Valle de Texas estaban entre sus mejores ingresos, pero desde hace tiempo la situación de inseguridad y alertas de las autoridades migratorias de los Estados Unidos de América han desanimado a los vecinos del otro lado del Rio Bravo y aunque aun se aventuran esporádicamente, los mejores tiempos con esos clientes son ya historia.