Aumentan las deportaciones y delincuencia

Al amparo de políticas migratorias que han resultado deficientes, cientos de migrantes se quedan en Reynosa algunos para buscar un empleo y muchos más, para delinquir.

Aún y cuando diversas autoridades se han empeñado en quitarles la etiqueta de delincuentes, para los ciudadanos, se trata de personas que en su desesperación por no contar con hogar, dinero o familia, se dedican a robar por ejemplo.

Beatriz Hernández, residente de la colonia Aquilés Serdán denunció ante este medio de comunicación que hace apenas dos días, fue víctima de robo por parte de una persona que le dijo, acababa de ser deportado de Estados Unidos.

“Yo iba caminando a mi casa, venía del trabajo. El señor estaba afuera de un albergue que esta por la zona roja y me dijo que le diera una moneda porque tenía hambre y que era de Guatemala”.

Comenta que el hombre, acompañado de tres personas más entre ellos una mujer, le indicaron que fueron deportados y requerían recursos para regresar a sus países.

“El señor me dijo que era de Guatemala, le dije que no traía dinero y seguí caminando. De pronto sentí que me empujaron y me quitaron la bolsa. Yo grité pero nadie me ayudó, las otras personas sólo se quedaron viendo y mejor me fui a mi casa porque pensé que entre todos podrían hacerme algo peor”.

Al cuestionarle el porqué no levantó una denuncia, responde que sintió temor porque a diario, utiliza esta zona para llegar a su casa o tomar el transporte público para dirigirse a su trabajo.

DETENIDOS

Cabe destacar que apenas el mes de abril, ingresaron a Reynosa, un total de 80 deportados procedentes de diversas cárceles de Estados Unidos.

Estas personas, provenían de cárceles o centros de detención de la unión americana y al cumplir con la pena que se les impuso, fueron deportados por esta frontera.

Esto, sin que las autoridades mexicanas contaran con documentos que indiquen el motivo por el cuál, fueron detenidos en Estados Unidos.

Al llegar a Reynosa, muchos de ellos pueden quedares en los albergues para migrantes por espacio de un mes o dos para posteriormente, seguir su camino.

Sin embargo, la mayoría decide quedarse en esta ciudad para buscar un empleo o mejores condiciones de vida que les permitan salir adelante.

Al no encontrar estas oportunidades, deciden obtener recursos económicos de forma fácil, por lo que se convierten en pesadas cargas para el municipio y las autoridades correspondientes.