Texas, territorio de armas tomar

Desde el 1 de enero de 2016, la ley HB 910 permitirá a quienes tengan licencia portar armas de manera abierta; la polémica no acaba. (La Tarde: Francisco Díaz)

Laredo, Texas

A través de su historia Texas ha sido siempre un territorio de armas, pero desde la era de la Guerra Civil en 1861, jamás había estado tan cerca de regresar a los tiempos del “Viejo Oeste” como ahora.

A partir del 1 de enero entrará en vigor la polémica ley HB 910 que permitirá a quienes posean una licencia estatal de portación de armas, cargar una pistola en una funda o cartuchera de manera abierta, a la vista de todos, como si fueran pistoleros del salvaje oeste listos para un duelo.

Esta legislación aprobada en junio por la mayoría republicana en el Congreso de Texas y firmada por el Gobernador Greg Abott, legalizará la libre portación de pistolas para casi un millón de texanos que ya tienen una licencia.

Sólo en el año fiscal 2014-2015 que terminó el 31 de agosto, se expidieron 212 mil 795 licencias a personas que aprobaron los requisitos en Texas y un año antes fueron 239 mil 119 de acuerdo a cifras del Departamento de Seguridad Pública Estatal (DPS).

En Laredo, una ciudad con casi 300 mil habitantes, en este año se han dado licencias a 833 laredenses y un año antes fueron 713, es decir, la euforia por las armas creció luego de aprobarse la ley para la libre portación.

La nueva ley no se aplicará en escuelas, en iglesias, en sitios de juego de maquinitas así como en negocios donde se venden bebidas alcohólicas.

Para las agencias policiacas en Laredo, hay preocupación por los efectos que esta nueva ley pueda traer, en especial por la confusión que se espera pues las calles estarán invadidas por personas que portaran armas al descubierto, como si fueran policías.

“Es algo que definitivamente nos preocupa, que nos ha hecho prepararnos para que nuestros oficiales sepan cómo actuar al ver a personas armas libremente por las calles, saber a quienes detener para revisión y hasta dónde tenemos facultades legales”, dijo el Sheriff Martín Cuéllar.

Consideró que en definitiva habrá confusión en la comunidad porque cuando se reporte un delito, los patrulleros van a tener que actuar con mucha cautela y las personas no sabrán quienes son los policías y quienes son sólo civiles armados.

“Tenemos pendiente una reunión con el Fiscal de Distrito para que nos indique cómo actuar para no vulnerar los derechos de las personas al detenerlos para una revisión, nosotros tenemos que actuar si alguien nos parece sospechoso y creemos que no tiene una licencia de portación”, indicó.

Cuéllar destacó que mientras por un lado existe preocupación, por otro lado hay cierto optimismo para que las personas hagan buen uso de la nueva ley y de los derechos que les concede la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

PELIGRO EN ESCUELAS

En las escuelas locales las autoridades también tienen cierta preocupación porque cuando los estudiantes y maestras regresen de las vacaciones navideñas, se encontrarán con una nueva ley que jamás había existido en la historia de Texas.

Aunque esta legislación prohíbe usar armas en las escuelas, las autoridades temen que por ignorancia o descuido, algunas personas traten de ingresar armadas a los planteles educativos causando alarmas y la activación de planes de emergencia.

En el Distrito Escolar Independiente de Laredo (LISD), donde hay 25 mil estudiantes, el jefe de policía Richard Palomo ya realizó juntas con sus oficiales y con administradores de las escuelas para saber cómo lidiar con personas que traten de entrar armadas.

En caso de ser detectada una persona armada, de inmediato serán enviados dos policías para interceptarla y pedirán ver su licencia además de informarle que no puede entrar a la escuela. Si no tiene una licencia consigo se procederá a su arresto.

La misma política antiarmas de fuego se implementará en el Distrito Escolar Independiente Unido (UISD), donde hay poco más de 44 mil estudiantes.

Víctor Mora, director de seguridad en LISD, consideró que la nueva ley causará confusiones en las escuelas y en la comunidad en general, por lo que los oficiales de este distrito estarán muy alertas para intervenir y controlar cualquier incidente antes de convertirse en una amenaza.

“Creo que es muy importante recordar a la comunidad que esta ley no aplicará para las escuelas y no pueden entrar armados porque es una ofensa muy grave y estaremos alertas”, señaló.

Cabe mencionar que para estar siempre listos para enfrentar un posible atentado en una escuela, los dos distritos cuentan con equipos SWAT altamente entrenados y listos para entrar en acción en defensa de la seguridad de los niños y empleados.