Rescatan a hondureños plagiados en Monterrey
Al menos tres secuestradores habrían sido capturados, pero tres más pudieron escapar
Se informó que por lo menos tres plagiarios habrían sido capturados por las autoridades, pero tres más pudieron escapar.
MONTERREY, NL
Tres hondureños fueron rescatados luego de permanecer varios días privados de su libertad en una casa en la Colonia Bellavista, en Monterrey.
Uno de estos centroamericanos logró escaparse para pedir ayuda de la Policía de Monterrey.
Aunque no fue confirmado, se informó que por lo menos tres plagiarios habrían sido capturados por las autoridades, pero tres más pudieron escapar.
El reporte trascendió cerca de las 23:30 horas en la casa marcada con el número 2510 de la calle Amado Nervo, en el cruce con Bustamante.
Se informó que en el domicilio viven entre 10 y 15 inmigrantes, todos centroamericanos, mientras reúnen dinero para irse a Estados Unidos.
Una fuente policiaca dijo que dentro de la vivienda fueron rescatados Luis David Hidalgo, Fabio Guillermo García y Áxel Eduardo López Ortega.
Los tres hombres originarios de Honduras estaban atados de pies y manos dentro de un cuarto de la casa, privados de su libertad.
“Nos estaban acusando de cosas que no habíamos hecho, nos tenían amarrados y nos estaban golpeando, torturando.
“Decían que nosotros habíamos robado cosas de una mujer, pero en realidad fue el marido de la señora la que le robó y nos dicen que fuimos nosotros”, dijo uno de los rescatados.
Las víctimas, aseguraron, tenían entre cinco y seis meses de haber llegado a Monterrey y se mantenían pidiendo dinero en la vía pública para reunir cierta cantidad y viajar para poder ingresar a los Estados Unidos.
“Aquí rentábamos, pidiendo para delante, para poder cumplir el sueño americano, pero nos dicen que hicimos cosas que no hicimos, esa es la verdad”, agregó.
Los tres tenían varios días atados de pies y manos, hasta que uno pudo escapar y reportar el caso a la Policía que logró la captura de tres de los presuntos plagiarios.
“Entre varios nos amarraron de los pies y de las manos, nos tenían encerrados en un cuarto de ahí de la casa”, dijo otro de los hombres.
La Policía de Monterrey mantenía vigilancia afuera de la casa, mientras el caso se turnaba hacia el Ministerio Público.
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