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México sale a la calle por feminicidio de Mara Castilla

El asesinato de la joven de 19 años congrega a miles de personas en distintos puntos del país

  • Por: EL PAÍS
  • 18 SEPTIEMBRE 2017 - .
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Manifestación en México contra los feminicidios.

México


En México hay una flor que se llama siempreviva: pequeña, violeta y que cuando se seca sigue pareciendo que no está muerta. Nunca el nombre de una flor había sido tan pertinente: un símbolo de la resistencia contra la violencia, contra la muerte, contra los feminicidios en México. Miles de personas han salido a las calles este domingo en varios puntos del país en protesta por el asesinato de Mara Castilla, la estudiante de 19 años que fue asesinada el pasado 8 de septiembre después de subirse a un coche de Cabify para volver a casa tras una noche de fiesta con sus amigos. “Vine por una responsabilidad que siento, tiene que ver con una rabia que se encuentra con la de otras compañeras, amigas, en los gritos y las consignas (...) una rabia compartida duele menos”, afirma Selma, de 21 años.

“No sólo es el asesinato de Mara, es el asesinato de muchas mujeres en el país y es imprescindible que hagamos escuchar nuestra voz”, asegura Katia cerca de la cabecera de la manifestación. Unos metros adelante retumba una batucada. “Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, gritaban los colectivos feministas que se dieron cita en la protesta en Ciudad de México.

La paciencia se agotó hace tiempo. El feminicidio de Mara Castilla solo es el penúltimo nombre de una lista que no deja de crecer. Siete mujeres son asesinadas al día en el país, según datos de la ONU. No ha sido un hecho aislado ni el primero, pero remueve el dolor y la indignación ante más del 90% de impunidad en los casos de feminicidio. Las marchas no solo exigen justicia, también son un grito para poner freno al acoso, el miedo y la inseguridad que padecen las mujeres a diario por el hecho de ser mujeres: “No, te dije que no, pendejo no. Del verbo no. Que mi cuerpo es mío solo mío”. Otras consignas exigían terminar con la normalización de los feminicidios: “Mara no se fue, a Mara la mataron”.

Tensión, enojo, hartazgo. “No hay mujer en México que no haya sentido acoso”, aseguraba este domingo Aidé Bravo, de 37 años, durante la marcha en la capital. Cerca de ella, Marta Albores, de 30, insistía en que la única solución ante esta lacra “es cambiar la cultura machista, lo que les enseñamos a nuestros hijos e hijas”. Con voz quebrada, Estefanía Morales, otra asistente a la protesta, recordaba que el crimen de la joven Castilla es algo que le puede pasar a cualquier mujer: “Todos [los feminicidios] importan, pero este debe ser la gota que derrame el vaso”.

Los asistentes alertaron de la necesidad de no revictimizar a la estudiante de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, como ha ocurrido con mensajes vertidos en redes sociales tras conocerse el asesinato. Amplios sectores de la sociedad mexicana aún piensan que las víctimas de la violencia machista “se lo buscaron”, “se expusieron” o directamente “lo provocaron”. La respuesta se ha agrupado, entre otras etiquetas, con el hashtag #SiMeMatan, que se hizo popular tras el caso de Lesvy Berlín en mayo pasado. “#SiMeMatan es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza”, escribió la propia Mara Castilla hace cinco meses.

Las marchas se han convocado en la Ciudad de México, Guadalajara (la segunda urbe más poblada del país), Puebla (la ciudad en la que estudiaba Mara Fernanda) y Xalapa (de donde era originaria), así como en otros puntos. El recorrido de la protesta de la capital ha comenzado en el Zócalo y ha concluido frente a la Procuraduría General de la República, la Fiscalía nacional.

El punto de arranque había sido el escenario dos días antes del grito de Independencia, la celebración de la fiesta nacional de México que fue dirigida por el presidente, Enrique Peña Nieto. Horas antes, ese mismo 15 de septiembre, el gobernador de Puebla, Tony Gali dio a conocer que el cadáver de Castilla fue encontrado envuelto en la sábana de un motel y la Fiscalía estatal confirmó que había muerto desde el primer día en que había desparecido.

La búsqueda duró una semana, mientras se trataba de averiguar si la universitaria se encontraba con vida, había sido entregada a una red de explotación sexual o había sido asesinada. Los hallazgos de la fiscalía, al contrastar la versión del conductor del taxi privado y el único sospechoso Ricardo Alexis, apuntaron que el perpetrador actuó solo y que tenía suficientes elementos para calificar el crimen de feminicidio. 

Las autoridades desvelaron el sábado que Castilla había sido estrangulada y sufrió abuso sexual.

El gobernador canceló la gala por el 15 de septiembre en Puebla, pero los fuegos artificiales resonaron en la capital. La plaza más representativa de México cambió su cara poco menos de 48 horas después para denunciar la impunidad y la prevalencia de los crímenes machistas en el país. El diario digital Sin Embargo ha expuesto que tan solo en Puebla ha habido 83 feminicidios en lo que va de 2017.


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