Niega haber violado a su vecinita

Señaló el Agente Segundo del Ministerio Público Luis Esteban García Delgado, que rindió declaración ministerial el llantero violador Jaime Rodríguez Guarreola, de 58 años, con domicilio en calle Morelos número 1305 de la colonia Cuauhtémoc.
Al ser sentado en el banquillo de los acusados el ahora procesado escuchó la formal denuncia en su contra por el delito de violación, negó totalmente los señalamientos que se le imputan, ya que asegura no haber cometido el acto sexual en contra de la menor de 13 años.
Sin embargo encontraron pruebas suficientes que lo señalan como quien abusó de la jovencita, así como las declaraciones de la víctima, quien al verlo lo señaló con índice de fuego, como quien la atacó sexualmente en el domicilio del llantero.
Este mismo para tratar de ocultar los hechos le dio un billete a la víctima de 200 pesos, mismo que destrozó la jovencita y lo arrojó a la tasa del baño, para que no fueran a preguntarle quien le había dado dinero, pero la madre se percató de la acción de su hija, sospechó que algo andaba mal y le pidió que le dijera con toda confianza que había pasado, fue cuando la menor, con llanto en los ojos le contó todo lo que el hombre le había hecho, además de que el individuo después de darle el dinero, la había amenazado de muerte si contaba a su madre lo que había pasado.
Al darse cuenta la mujer acompañó a su hija, a la Procuraduría General de Justicia, para denunciar formalmente al degenerado llantero, por lo que rápidamente se iniciaron las investigaciones pertinentes, siendo detenido por los agentes de la Policía Ministerial del Estado bajo las órdenes del jefe de grupo Santiago Navarro y del comandante Ramiro Rodríguez Regino, quienes lo pusieron en manos del representante social en turno.
Al rendir su declaración Ministerial, Jaime Rodríguez Guarreola ante el oficial secretario Juan Carlos Rodríguez, negó totalmente los hechos pero la autoridad encontró elementos suficientes para consignarlo al Juzgado de Primer Instancia, por el delito de violación. (Por Rubén Martínez Quintana / RÍO BRAVO, TAM.)