¡Se baña de oro!

La película sobre la migración La Jaula de Oro se convirtió en la gran ganadora de la 56 entrega de los Premios Ariel, al adjudicarse 9 estatuillas de las 14 que buscaba, entre ellas Mejor Película.
Los responsables del filme no se daban abasto: el director Diego Quemada-Diez, quien había salido al lobby del Palacio de Bellas Artes para posar con su Ariel a Mejor Guión Original, tuvo que correr a la sala para recoger el de Opera Prima.
“Muchas gracias desde lo más profundo de mi corazón”, dijo el cineasta, después de haber tomado aire.
El guatemalteco Brandon López (Mejor Actor), quien se dijo feliz por estar entre “actores de telenovelas”, y el tzotzil Rodolfo Domínguez (Coactuación Masculina), ambos debutantes, cautivaron al público.
“Gracias a todos los mexicanos que echaron la mano con la película”, dijo Domínguez en español.
Por No Quiero Dormir Sola, Adriana Roel ganó como Mejor Actriz, y Lisa Owen (Los Insólitos Peces Gato) triunfó en Coactuación Femenina.
De los 14 galardones por los que competía, el drama sobre la violencia provocada por el narcotráfico, Heli, se llevó sólo uno, el de Mejor Director a Amat Escalante.
“Gracias a la Academia que por fin le gustó una de mis películas”, dijo con humor Amat, quien ganó en la misma categoría en Cannes.
El éxito taquillero Nosotros los Nobles, que aspiraba a Mejor Actor y Mejor Guión Adaptado, tampoco convenció a los votantes.  Los destinatarios del Ariel de Oro, Arturo Ripstein y Ernesto Gómez Cruz, así como el homenajeado Ignacio López Tarso, se llevaron las únicas tres ovaciones de pie.
“No busqué el premio, ocurrió. Adivino que es un reconocimiento a mi trabajo o a 50 años de contumacia. Agradezco sus aplausos y abucheos, merecidos ambos”, dijo Ripstein, quien no había confirmado su asistencia.
En su discurso, Blanca Guerra, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, urgió a crear estrategias para que el cine mexicano no se vea avasallador en exhibición por el cine extranjero.  (México, D.F. / Reforma).