¡Dan zarpazo!

Tras una potente entrada en donde rugieron con fiereza, a pesar de algunas fallas mínimas en el audio, Los Tigres del Norte atiborraron con buena vibra, corridos, sombreros y vasos de cerveza el Escenario Indio del Vive Latino, la noche del sábado.
Era una de las veladas más esperadas de la fiesta musical, debido en gran parte al buen sabor de boca que dejaron el año pasado Los Ángeles Azules, otros expertos en un género musical aparentemente ajeno al Vive Latino.
Más de 35 temas y dos horas y media fue el saldo de una reunión memorable y con aire de cantina, en donde hasta hubo espacio para invitados como Andrés Calamaro y La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio.
El argentino recordó el concierto unplugged que realizó con Los Tigres y repitió la experiencia al acompañarlos en “La Mesa del Rincón” y “Quiero Volar Contigo”.
Por su parte, los “pachucos” se olvidaron unos momentos del ska y decidieron aportar su grano de rock en uno de los temas más coreados por los jóvenes: “América”.
Sin embargo, esta mezcla no gozó de tantas ovaciones, alaridos y buenos momentos como los vividos al bailar “La Manzanita” o “El Circo”.
La gente pudo escuchar historias líricas de “Contrabando y Traición”, recordar a cada segundo que “Somos Más Americanos” y que muchas veces uno vive dentro de una “Jaula de Oro”, derramando “Lágrimas del Corazón”.
Como ya es costumbre con el grupo, las despedidas falsas en el escenario no podían faltar, alargando el concierto una hora más de lo esperado y cerrando su recital cerca de la 01:30 horas del domingo.
En ese lapso, Los Tigres soltaron zarpazos a diestra y siniestra con sus guitarras, baterías y bajos al ritmo de “La Tumba Falsa”, “La Granja”, “La Camioneta Gris” y “Morir Matando”, entre otras. (México, D.F. / Reforma)