Se apaga una voz mágica

Sus amenas crónicas iniciaron en 1938 y lo volverían uno de los más célebres personajes de la radio y televisión en México.
El llamado “Marqués de Querétaro”, nació el 21 de marzo de 1916 en Santiago de Querétaro, Querétaro.
Su ingenio e imaginación le permitieron desarrollar crónicas de fantasía de partidos en los que sólo tenía como dato el resultado final.
El apodo de “El Mago” se le impuso desde su juventud, cuando trabajó como “croupier” en un casino.
Se apoyaba con libretas para evocar récords y momentos inolvidables de Series Mundiales, y conservaba con aprecio el box score del juego perfecto lanzado por Ángel Macías en la Final de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en 1957.
A mediados de los 70, desplazado por las nuevas generaciones, Septién parecía al borde del retiro. Televisa asignó a Jorge “Sonny” Alarcón, Jorge Berry y Enrique Kerlegand.
Berry y Kerlegand encontraron otras áreas de oportunidad a principios de los 80 y “El Mago” entró al relevo.
Septién volvió al gusto de los aficionados cuando Fernando Valenzuela irrumpió en las Grandes Ligas y narró las hazañas de “El Toro” en los 80.
Enamorado de las estadísticas, despedía las transmisiones con una frase inolvidable: “Al final sólo queda la frialdad de los números”. (México, D.F. / Reforma)