Exhibió América al León

Darío Benedetto cumplió desde los 11 pasos para darle el tercero de la noche al cuadro de casa.

América exhibió contundencia y carácter para llevarse una buena ventaja a León, que si bien se pone en una situación confortable para cerrar la serie, tampoco es definitiva porque los Esmeraldas no parecen estar liquidados.

Las Águilas ahora sí se resarcieron con su afición y golearon 4-1 al cuadro leonés, pero tres de sus anotaciones fueron a balón parado, donde el rival perdió concentración y regaló espacios, como si se tratara de dar obsequios de Navidad por adelantado.

Y un gol más llegó en medio de la polémica arbitral, que ya se va haciendo costumbre en el colegiado César Arturo Ramos.

Para el técnico Ignacio Ambriz, la victoria tiene un sabor muy dulce porque es la primera vez que gana en una Liguilla y también porque le gusta ir contracorriente y quiere ganarle a la historia, demostrando que este América puede romper la maldición del sexto lugar (que nunca ha salido campeón) y que no siempre es malo cerrar fuera de casa.

Ahora sí se emocionó y vibró en su banca, donde se encendió cuando Paolo Goltz y Paul Aguilar cometieron sendos errores en el arranque que dieron paso a la primera anotación del León, por conducto de Ignacio González, quien al 11’ los puso contra la pared, aunque luego ambos defensores se pusieron a mano.

Goltz les dio empate en un disparo que terminó desviando Aldo Rocha y Aguilar les permitió dar la voltereta para el 2-1. Este América sí cumplió al aprender de sus errores y demostrar que tiene empaque para lo que venga, que no va a salir a tirar la toalla para dedicarse al Mundial de Clubes y que estos días en silencio les permitió volver a concentrarse para dejar de lado el tema del futbol de estufa, que a más de uno puso nervioso.

Las Águilas no necesitaban más para poner en jaque a los esmeraldas y el penal que concedió Ramos Palazuelos empañó en parte la victoria, pero el América no se enganchó con la polémica, Darío Benedetto cumplió desde los 11 pasos para darle el tercero de la noche al cuadro de casa.