Escapa a sus problemas

Su hijo Jesús Ariel González Aguilar, fue a reclamar el cuerpo para darle cristiana sepultura.

En los últimos días de la existencia de un pensionado de Pemex, ya bullía en su mente la idea del suicidio, pues en alguna ocasión comentó a sus familiares que ya quería morirse, pero no les decía por qué. 

Ignacio Oziel González Ruiseñor, de 74 años, residente en Río Salado 695 de la colonia Ayuntamiento, hasta hace poco gozaba de cabal salud pese a su edad, pero todo empezó después de una caída que sufrió, golpeándose en la cabeza. 

A partir de entonces, dijo su hijo Jesús Ariel González Aguilar, de 47 años, empezó a sentirse mal, deliraba y tenía alucinaciones. 

En alguna ocasión, después de la caída, reveló sus intenciones de suicidarse, pero prefirió llevarse a la tumba los motivos que lo impulsaron a quitarse la vida. Pero todos pensaron que se trataba de un comentario al aire, sin la intención de hacer lo que decía. 

Pero ayer cuando su yerno José Coronado López Gracia, de 64, de oficio comerciante, llamó a su casa, para pedirle que le fuera a cuidar su negocio, distante una cuadra del domicilio, no lo encontraban y fue la esposa de Ignacio Oziel, Elisa Aguilar Salinas, de 70 años, quien salió a buscarlo al patio y al asomarse en una casa de madera que tenían en el traspatio, lo encontró colgado de una viga a la que había atado un cordón de ixtle. 

La infortunada mujer salió gritando, pidiendo auxilio a los vecinos. La movilización de los vecinos, llamó la atención del yerno, quien rápido corrió y llegó al domicilio para encontrarse con el impresionante cuadro. 

En una reacción natural, Coronado, levantó el cuerpo y logró desatarlo para colocarlo en un sillón, ahí dio fe el fiscal, José Elías Sánchez Rodríguez. 

Con el apoyo de personal de la unidad regional de Servicios Periciales, el cuerpo del petrolero jubilado fue trasladarlo a los Servicios Médico Forenses de la PGJE para la práctica de la autopsia. Posteriormente Jesús Ariel, su hijo fue a reclamarlo para darle cristiana sepultura.