Río Bravo

Destapan cloaca en Procuraduría

A la Agraria la señalan de hacer trámites fraudulentos al grado de que familia fue desalojada de vivienda en la Esthelita Anzaldúa

  • Por: POR JOSÉ MEDINA
  • 02 JUNIO 2015 - .
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Familia de calle Sierra de Tamaulipas, fue lanzada a la calle, argumentan engaño en contrato de compra-venta.

Cuando parecía que todo había vuelto a la calma en la Procuraduría Agraria, nuevas quejas de ciudadanos afectados por presunto “trámite” ante esa instancia federal, en este caso, en la colonia Esthelita Anzaldúa, en donde una familia fue desalojada por la Policía Estatal Acreditable, en base a un contrato en donde supuestamente habían firmado como compra-venta, pero finalmente resultó que estaban firmando un arrendamiento. 

Fue el vecino desalojado, Alejandro Cuéllar Montantes, quien junto con su mujer, Vanessa Yaneth Hernández Rodríguez, fueron desalojados en días pasados, justo en plena lluvia por parte de una persona que recién adquirió los derechos sobre el predio en donde vivían: calle Sierra de Tamaulipas, lote 16 de la colonia aludida, quien denunció ante medios, lo que consideró un engaño de parte de fraccionador Óscar Luna Mireles y de personal de la Procuraduría Agraria que encabeza en esta localidad, Ramón Leija. 

“Hace cuatro años y medio nos vendió el señor Óscar, nos llevó a firmar el contrato a la Procuraduría Agraria, allá en donde está Ramón Leija, ahí nada más nos sacaron la hoja en donde firmamos, pero no nos enseñaron la hoja en donde dice que firmamos para una arrendamiento con promesa de venta, en donde hicimos pagos, los tres primeros de 1 mil pesos y luego de 600 cada mes, pero la mayoría dejamos de pagar cuando nos dimos cuenta del engaño”.  

HALLAN CONTRATOS EN BASURERO 

“Los contratos, de los que no tenemos copia, luego los encontraron en el basurero que está aquí cerca de la colonia, no sabemos por qué terminaron ahí. Luego fue el 23 de mayo, cuando vino con la policía a desalojarnos, fue cuando presentó sus papeles que le cedió su mamá y nos dimos cuenta que cuando firmamos, él no era el dueño, nos engañó, nosotros firmamos de buena fe, ahora nos tiene aquí afuera, ese día que vino, yo le dije que arregláramos que hiciéramos un contrato de compra-venta, no de arrendamiento como nos hizo firmar, pero me dijo que él ya no iba a arreglar nada conmigo. Nos lavaron el coco en la Procuraduría Agraria”, remató Cuéllar Montantes, quien ahora vive a la intemperie, sobre la acera a las afueras de lo que alguna vez fue su casa, pernoctando en una casa de campaña que le fue donada por misioneros estadounidenses, a la espera de que alguien pueda asesorarlo ante este presunto engaño. (RÍO BRAVO, TAM.)

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