Qué fue

Desfiguran rostro de un muerto

Sus perros o animales rastreros se comieron la piel de la cara de un pepenador que murió en su domicilio, siendo encontrado por su hermano, quien notó la ausencia al vivir enfrente de él

  • Por: GUADALUPE CASTORENA
  • 08 DICIEMBRE 2016 - .
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Animales rastreros se comieron la piel del rostro del cadáver dejando al descubierto tejidos y grasa.

Familiares de un pepenador se llevaron una desagradable sorpresa al encontrarlo sin vida y sin rostro, ya que animales rastreros se comieron la piel del occiso. 

El hallazgo se reportó a las 13:00 horas en el interior de la vivienda de madera ubicada en la calle Prados del Norte número 2323 con callejón Cuatro de la colonia Praderas del Oriente, donde se encontraba el cadáver de Emilio Amador Luna, de 44 años, siendo encontrando por familiares y vecinos.

El señor Santiago Amador Luna, de 56 años, dijo ser hermano del occiso, mismo que declaró que la última vez que vieron a su carnal fue el pasado sábado cuando andaba afuera de la casa drogándose con spray, pero se le hizo raro que desde entonces ya no lo volvieron a ver, ni escuchaban ruido en el interior de la vivienda ya que viven enfrente de él.

Por tal situación fue a hablarle por lo que le estuvo gritando en varias ocasiones, al ver que no respondía,  se le hizo extraño que sus tres perros ladraban desde adentro del cuarto ya que ellos siempre estaba en el interior de la habitación cuando su hermano se encontraba. 

Por tal motivo ingresó a la fuerza al domicilio, rompiendo la puerta principal y al llegar a la recámara encontró el cadáver de su hermano boca arriba pero sin rostro, debido a que parecía como si se lo hubieran comido los perros u otros animales rastreros, procediendo a dar aviso a las autoridades correspondientes de inmediato.

Al sitio se constituyeron agentes investigadores de la unidad Segunda y personal de Servicios Periciales que acordonaron la escena del crimen para realizar las indagatorias iniciales y levantamiento de evidencia.

Los elementos de técnicas criminalísticas señalaron que el ahora occiso tenía más de cuarenta y ochos horas de haber muerto posiblemente por causas naturales, resaltando que algún tipo de fauna se comió la piel del rostro dejando tejidos y grasa expuesta, pero que no se apreciaban huellas de violencia, por ello realizaron el levantamiento y traslado del cadáver al anfiteatro para practicarle la necropsia de ley para determinar las causas de su muerte. 



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