Cita en el Maracaná

Con el grito “tu hora va a llegar”, los aficionados brasileños le advirtieron a Alemania lo que le espera en la Final del futbol varonil en los Juegos Olímpicos.

El 7-1 no se olvidará nunca, mucho menos cuando apenas han transcurrido dos años de la tragedia de Brasil en el Mundial. Ahora, la Verde-Amarela tiene una cita en el Maracaná el sábado contra su más cruel verdugo, en la lucha por la medalla de oro.

Y es precisamente ese campeonato el único que le falta a los brasileños, el que ahora está al alcance luego de masacrar 6-0 a Honduras.

Neymar fue un gigante. La estrella brasileña ya despertó y a los 14 segundos anotó el gol más rápido en la historia de los Olímpicos, luego de robarle el balón a Honduras en la salida.

“Cualquier esquema se descompone con un gol a los 15 segundos por un error nuestro’’, dijo el DT de los catrachos, Jorge Luis Pinto.

Honduras se abandonó. No fue el equipo que eliminó a Argentina o a Corea del Sur. Sus futbolistas fueron meros espectadores del show de Neymar, quien se despachó con la asistencia del segundo gol y el que cerró la cuenta en la compensación, de penal.

Gabriel Jesús anotó al 26’ y al 35’, Marquinhos al 51’ y Luan al 79’.

“Es una bestia. Neymar es un joven que tiene el don del futbol”, dijo el técnico de Brasil, Rogerio Micale.

“Él es feliz jugando con este grupo. Lo han adoptado. Ha habido mucha presión sobre él, pero no es un jugador promedio”.

El camino rumbo al Maracaná no fue sencillo. La Verde-Amarela fue objeto del escarnio público luego de su flojo inicio e incluso perdió en las comparación con el equipo femenino, pero que ahora sólo aspira al bronce.

“Crecimos mucho durante la competencia y llegamos fortalecidos s al momento decisivo. No sólo con fútbol sino con transpiración”, destacó Micale.

En un día, Brasil puede espantar a dos de sus demonios.