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Cómo encontrar trabajo después de los 50 años

Juana Pérez es una eficiente asistente administrativa de la gerencia general de una empresa dedica al mundo de las telecomunicaciones.

  • Por: AGENCIAS
  • 14 MARZO 2016 - .
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Esta situación es muy común en muchos países principalmente en aquéllos que están en recesión o sufren una crisis económica.

Juana Pérez es una eficiente asistente administrativa de la gerencia general de una empresa dedica al mundo de las telecomunicaciones. Después de trabajar 25 años en esta empresa, hubo un cambio de gerente general. El nuevo no le tenía confianza y decidió despedirla.  Juana Pérez se vio a sus 51 años sin trabajo, pero lejos de resignarse comenzó, en ese preciso momento, a buscar empleo. Han pasado 3 años y nada.  Ella mantiene su hoja de vida actualizada y consulta a diario los portales de bolsas de empleo por Internet. Sin embargo, a pesar de su experiencia y trabajo eficiente no la llaman para entrevistas y se pregunta ¿Será que las personas de mi  edad no tienen derecho ni oportunidad para trabajar?

Esta situación es muy común en muchos países principalmente en aquéllos que están en recesión o sufren una crisis económica donde las personas mayores de 50 años se ven obligados a salir a buscar empleo, tanto si llevan varios años sin trabajar, como si se acaban de quedar sin empleo después de estar muchos años con una organización estable.

Esa búsqueda de empleo puede resultar una experiencia frustrante, ya que, una gran mayoría, se da cuenta que el mercado laboral actual es muy competitivo, y donde, muchas veces, las empresas sólo quieren a gente joven.

Sin embargo, esto no tiene que ser necesariamente así, ya que el trabajador maduro tiene experiencia y mucho que aportar aún.  A continuación algunas recomendaciones para encontrar empleo:

Recomendaciones para encontrar trabajo después de los 50 años

Mantenerse optimista. Los interesados deben tener siempre en mente que no es imposible conseguir trabajo después de los 50 años, pero que es necesario estar preparado para buscar empleo y que la búsqueda puede tomar tiempo. Lo importante es no cruzarse de brazos y mantener la confianza en sí mismo. En una entrevista de trabajo, por ejemplo, los seleccionadores se dan cuenta si el candidato maduro lleva un estado de ánimo bajo o si se muestra inseguro. Es decir, lo que transmite y siente se ve reflejado en la entrevista y en la percepción que el reclutador va a tener; si se tiene confianza en sí mismo transmitirá confianza a los demás y tendrá más posibilidades de ser contratado.

Ser flexible. Es importante que el aspirante maduro abra su abanico de posibilidades.  En otras palabras, aunque no consiga un trabajo de las mismas características que el que realizaba antes y aunque su nuevo empleo esté por debajo de lo que ganaba o haya bajado de posición, lo más importante es encontrar algo con lo que pueda mantenerse. Siempre está a tiempo de seguir buscando otro trabajo.

Mantenerse actualizado. Es necesario que el aspirante maduro no se encierre en sus conocimientos.  Debe manejar las últimas novedades de su sector a la par de los recién egresados de la universidad y si esto conlleva ingresar de nuevo a un centro educativo para lograr una especialización, lo más recomendable es que lo haga. Igualmente, debe dominar el uso de la Internet y todo lo relacionado a este mundo (redes sociales, correo electrónico, etc.).

Formarse en el área ocupacional. Es importante que conozca si en donde vive existen programas (cursos, seminarios, etc.) dirigidos a personas en edad laboral madura que quieran prepararse para acceder a una ocupación distinta a la que se graduaron o la que desempeñaron por años, pero que tiene mayor demanda laboral en la actualidad u mejores oportundiades para encontrar trabajo.

Expandir la red de contactos. No se debe pensar que porque ya se tiene 50 años el resto de los compañeros de universidad o de profesión, también están desempleados y en el caso de la mujer, ya todas son amas de casa y que, por ello, no pueden ayudarlo. Esta es una idea totalmente incorrecta. Es indispensable mantener y hasta expander la red de contacto, ya que, en algún momento, pudieran ayudarlo o hasta orientarlo en el proceso de encontrar empleo. La mejor manera es realizar una lista de todos los conocidos y pedir su ayuda.

No descuidar la apariencia física. Puede que con los años se haya engordado un poco o que esté canoso, pero eso no significa que puede presentarse a una entrevista de cualquier manera. Eso definitivamente le resta puntos. Un buen peinado (y un maquillaje discreto en el caso de la mujer), ropa presentable y limpia y una buena actitud es necesaria siempre y especialmente en la entrevista de trabajo.

Sacar provecho de sus puntos fuertes. La experiencia es el bien más importante que tiene el aspirante maduro. Los jóvenes pueden tener toda la energía y entusiasmo, pero sin experiencia las empresas pueden que consideren mejor al maduro. De allí que sea necesario explotarla al máximo principalmente en el currículum donde se exponga aspectos como proyectos realizados, facilidad para adaptarse, el manejar situaciones de estrés, etc. Si tiene una habilidad especial o conocimiento especial (habla mandarín, francés, etc.) no dude en exponerla también.

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