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¿Barman u obrero?: dilemas de un operario de empresa

Los trabajadores de Carrier en México cobran entre una tercera y una séptima parte de sus pares en EU

  • Por: EL PAÍS
  • 02 MAYO 2016 - 06:49 p.m..
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CAUTO. Un operario de Carrier en Monterrey, México. (El País).

Monterrey, N.L.

Julio, nombre figurado, es un joven amable de 26 años, ligeramente grueso, cauto, capaz de hacer entender con pocas palabras que las cosas son parecidas a como uno las piensa, pero no exactamente así. “Ahora, por ejemplo”, decía la tarde del jueves, sentado en una pizzería en Monterrey, en el norte de México, “trabajo administrando un billar y atendiendo la barra. Es más dinero que si sólo atendiera la barra. Si yo no me hubiera formado, atendería sólo la barra, pero estudié administración y puedo administrar el billar”.

Julio trabaja para pagarse sus estudios de criminología y antes lo hizo para costearse la carrera de administración, que dejó a medias. Cuando dejó administración, hace unos años, Julio entró a trabajar en la fábrica de Carrier en Ciudad Santa Catarina, cerca de Monterrey. “Era auditor, hacia el control de calidad de las piezas antes de ensamblar”.

Santa Catarina es un municipio del área metropolitana de Monterrey. Con 270.000 habitantes, cuenta con su propia universidad, plazas comerciales, paredes de escalada famosas en todo el país, calor seco difícilmente soportable un día de sol a media mañana y, claro, polígonos industriales. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el 98% de la población activa está empleada y la mitad de los vecinos tiene 27 años o menos.

Uno de los polígonos industriales más grandes se llama Stiva, cuenta con seguridad privada y aloja las instalaciones de Carrier. El jueves, un agente de seguridad paró su vehículo junto a la entrada de la fábrica y comentó amablemente que allí no se podían hacer fotografías: “lo que pasa es que ya han venido reporteros gringos”, dijo, “y luego las usan para decir cosas que no son verdad”.

Algunos trabajadores fumaban a la sombra, junto a la entrada. Ninguno quería hablar: “Con todo respeto”, dijo Juan Chavarría, un hombre mediano, moreno, con bigote, “nosotros no podemos comentar nada. Y allí está la cámara de vigilancia, no le vayan a decir a uno luego”.

La presidencia municipal de Santa Catarina conoce los planes de Carrier de cerrar sus instalaciones en Indiana y traerse la producción a Monterrey, pero poco más. El jueves, el “licenciado” Jaime Alberto García, titular de la Oficina Ejecutiva para la Inversión y el Empleo, estaba reunido con sus pares de la presidencia y no pudo comentar el asunto. El viernes tampoco.

El economista regiomontano Salvador Kalifa explica que las industrias eligen Santa Catarina y otros pueblos cercanos a Monterrey, como García o Apodaca, desde hace décadas. “Tienen mano de obra y cuentan con todos los servicios de la capital. El aeropuerto está a 30 minutos y el de Saltillo tampoco está lejos”. Kalifa dice que hace un tiempo, algunas empresas de la zona se marcharon a China con la intención de abaratar costos, pero que luego, al poco tiempo, volvieron. “Los chinos al final mejoraron sus salarios, el yuan se apreció respecto al dólar y la cercanía de Monterrey con Estados Unidos les hizo volver”.

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