¿Wiffinity o instabridge?

Crean comunidades de redes wifi alrededor del mundo que facilitan conexiones a viajeros

Conectarse a internet es una tarea complicada cuando estás de viaje y tu tarifa de datos no puede ayudarte. Cuando sales del hotel, dejas de tener acceso a Whatsapp hasta que encuentras una red wifi, lo que es complicado en muchos países. La mayoría de las que te permiten acceder no solicitan contraseña porque son abiertas, lo que se traduce en que tus datos de navegación pueden ser intervenidos y espiados con más facilidad de lo que imaginas. Para atacar este problema, una empresa ha creado una aplicación para que puedas navegar desde cualquier parte sin preocuparte por tu seguridad.

Wiffinity es una plataforma colaborativa que permite conectarse a redes wifi seguras sin tener que aportar datos personales y sin rellenar ningún tipo de registro. Disponen de más de 600,000 puntos de internet en 170 países, aunque la mayoría se encuentran en Europa, EU y Latinoamérica. Su aspiración es proporcionar conexión a todas las ciudades del mundo.

La idea de la plataforma nació en 2013 cuando su fundador, Sidney Levy, volvió a Europa tras varios años viviendo en EU y se dio cuenta de lo complicado que era encontrar wifi. Dos años después accedieron a Startupbootcamp, una de las mayores aceleradoras de empresas en el viejo continente.

¿POR QUÉ NOS INTERESA?

Esta no es la única empresa que comparte puntos de conexión ni la más grande: su competidor Instabridge, puede presumir de incluir en su sistema cerca de 10 millones. Sin embargo, más de la mitad de las redes en la base de datos de su aplicación son abiertas.

El valor diferencial de Wiffinity reside en la seguridad de un modelo conformado exclusivamente por wifis privadas, un espectro en el que afirman no tener competencia. Para ahondar en este punto, quieren aprovechar que se encuentran en fase de crecimiento para abrir una oficina en Israel, donde se desarrollan tecnologías de vanguardia en materia de seguridad.

La empresa no cobra por su servicio a los usuarios ni obtiene ingresos publicitarios; su modelo de negocio es más ambicioso. La compañía recoge datos como la ubicación y los momentos de acceso y desconexión de sus usuarios, lo que le permite crear un mapa de uso de internet en las ciudades. 

“Queremos ofrecer a los gobiernos la oportunidad de crear ciudades más inteligentes ofreciéndoles las conexiones que utilizan los turistas”, aclara Levy.

¿CÓMO FUNCIONA?

Cuando descargas Wiffinity, accedes a una comunidad que ha compartido su wifi. La plataforma te sugiere que les des la contraseña del tuyo, pero este requisito no condiciona que puedas acceder a otras redes. A través de una conexión previa, descargas un mapa con los puntos de internet con los que cuenta la aplicación en la ciudad que vas a visitar y, una vez allí, te conectas sin necesidad de introducir tus datos. Wiffinity te deja navegar por la red privada que alguien ha compartido, sin darte acceso a la contraseña. La startup gestiona las redes de terceros, no las controla, por lo que tampoco puede acceder a tus datos de navegación.

Cada cierto tiempo, lanzan unos bots dentro de sus sistemas para comprobar que los puntos que ofrecen siguen siendo seguros y que sus propietarios no han cambiado la contraseña, una cuestión que también pueden reportar los usuarios de la aplicación.

¿POR QUÉ NOS INTERESA?

Esta no es la única empresa que comparte puntos de conexión ni la más grande: su competidor Instabridge puede presumir de incluir en su sistema cerca de 7 millones. Sin embargo, más de la mitad de las redes en la base de datos de su aplicación son abiertas. El valor diferencial de Wiffinity reside en la seguridad de un modelo conformado exclusivamente por wifis privadas, un espectro en el que afirman no tener competencia. Para ahondar en este punto, quieren aprovechar que se encuentran en fase de crecimiento para abrir una oficina en Israel, donde se desarrollan tecnologías de vanguardia en materia de seguridad.

La empresa no cobra por su servicio a los usuarios ni obtiene ingresos publicitarios; su modelo de negocio es más ambicioso. La compañía recoge datos como la ubicación y los momentos de acceso y desconexión de sus usuarios, lo que le permite crear un mapa de uso de internet en las ciudades. “Queremos ofrecer a los gobiernos la oportunidad de crear ciudades más inteligentes ofreciéndoles las conexiones que utilizan los turistas”, aclara Levy. “Podemos decirle al Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, que los turistas suelen buscar wifi en una zona que no tiene suficientes puntos habilitados”.