Durante dos horas, en pleno mediodía, con los rayos del sol cayendo a plomo, una ama de casa y un taxista estuvieron esperando inútilmente la presencia de peritos viales en Oriente dos de la colonia Cumbres. Ninguna autoridad llegó para tomar conocimiento del accidente en el que sólo hubo daños.

Tanto Cristina Ramos como el taxista César Núñez, prefirieron dejar que los ajustadores de las aseguradoras con quienes tenían pólizas contra accidentes, se encargarán de convenir y reparar los daños ocasionados en el choque por alcance que se registró entre la camioneta Envoy 202 y el auto Nissan Tsuru 2011.

El accidente se registró cuando la señora Cristina aminoró la velocidad al transitar de norte a sur por la avenida Oriente 2, para tomar un retorno, activando la direccional. Pero el taxista Núñez, no guardaba la distancia de seguridad reglamentaria y no alcanzó a frenar, alcanzando con su auto la parte posterior de la Envoy.

Los daños no fueron muy fuertes, pero si aparatosos. La dama tronó en contra de las autoridades, pues aseguran que les llamaron de manera oportuna, pero transcurrieron más de dos horas y no acudieron.