Sufre la iglesia católica una crisis de sacerdotes

La situación económica y la inseguridad dejan a la Diócesis de Matamoros con sólo 100 curas para guiar por la vía espiritual a más de un millón de personas.

Pocos sacerdotes existen en la región, casi nadie le quiere entrar al cuidado del ‘rebaño’ de feligreses en la Diócesis de Matamoros, que abarca al menos seis municipios del norte de Tamaulipas.

La población de feligreses católicos en Matamoros, San Fernando, Río Bravo, Nuevo Progreso, Miguel Alemán y Reynosa, supera el millón de personas, pero solamente existen cerca de cien                 sacerdotes.

La causa principal de este fenómeno es la “falta de amor hacia las cosas de Dios”, según expresa el presbítero José de Jesús García Macías, pero existen otras circunstancias que golpean las filas del seminario; la crisis económica, el mundo globalizado en convivencia con la tecnología y la falta de seguridad en la región.

En promedio cada sacerdote de la Diócesis de Matamoros atiende unos 40 mil católicos, por lo que han emprendido desde hace algún tiempo campañas de instrucción a integrantes de movimientos laicos, para convertirlos en Ministros Católicos y que las capillas pueden ser administradas por la propia Iglesia, con el aval y supervisión de los sacerdotes titulares.

“Hay algo que destaca de estos factores, mucha gente ve la religión como una costumbre, más que como un convencimiento de amor hacia nuestro Dios padre”, dijo el sacerdote de Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

El impacto negativo en las finanzas de la mayoría de los habitantes de la región es un factor determinante, pues muchas personas concentran sus pensamientos en cosas que van relacionadas con satisfacer sus necesidades básicas.

“Es algo lógico, la gente tiene que pensar en como resolver sus problemas en corto, lo que ven, sienten, viven, y padecen de primer instancia; comer, vestir, estudiar, desarrollarse, esa medida es evidente”, declaró.

Recordó que en algunas ediciones de esta casa editora se han relatado algunos suicidios precisamente relacionados con problemas económicos, que es el mayor sufrimiento que tiene la gente de la región.

Los seres humanos nos acordamos mucho de las cosas de Dios cuando estamos en aprietos, “es algo muy sintomático que cuando estamos cómodos con nuestra realidad nos olvidamos de el terreno espiritual; siempre debemos mantener la llama de nuestra Fe”, apuntó.

Los factores por los cuales no hay muchos sacerdotes en la región norte de Tamaulipas, subrayó el clérigo García Macías, apuntan directamente en el afán de la plenitud substancial, es decir, abastecer ese vacío existencial que vive cada ser humano, pero muy alejado de la religión y la parte espiritual, sino con la tecnología, las cosas materiales, el propio trabajo, y en el peor de los casos el consumismo o las drogas.