De manera sorpresiva, los agentes viales (menos de 30) que se encontraban en disposiciones de integrarse a los operativos que a diario realizan las fuerzas federales, recibieron la orden de que regresaran a su base, sin demora.
En cuanto iban llegando, procedentes del cuartel militar, los elementos viales se iban integrando a la fila que habían formado en medio de la explanada de Seguridad Pública Municipal.
Ahí permanecieron, desconcertados, sin saber el por qué de su concentración y menos del por qué de su tormentosa estancia, bajo los rayos solares.
Fue hasta más de una hora después cuando llegó el director de Tránsito, capitán José Valentín López a dialogar con ellos.
Los hizo romper la formación y se los llevó a un extremo del estacionamiento frontal del edificio, pero cuando sintió que sus ropas se empapaban de sudor, decidió invitar a los agentes y peritos viales hacia el interior del edificio, para continuar con la reunión y la plática que sostenía con ellos.
En el trayecto hacia el interior, reporteros de varios medios lo interceptaron, con la finalidad de entrevistarlo, pero se concretó a expresar: “no hay nada… sólo estamos planeando la forma de llevar a cabo los operativos que se tienen proyectados para un mejor servicio. Cuestión de estrategia. No hay nada más” dijo e invitó a los reporteros a retirarse, para continuar con la reunión y plática de trabajo, siempre rodeado de su escolta, que en ocasiones lo cubrían para mantenerlo fuera del alcance de las lentes.
Daba la impresión de que se trataba de sólo una maniobra para excluir a los agentes viales de los operativos, al menos por este día. (Por Antonio Ramírez / antonio.ramirez@latarde.com.mx)