Octaviano, de 57 años y Miguel Gamiño Ayala, de 50, llegaron procedentes del Estado de Michoacán y traían consigo un documento que los facultaba para reclamar el cuerpo ante el fiscal investigador que conoció del caso.
Ambos justificaron el parentesco con los padres de la víctima, Bernardino y María Ochoa Hernández, quienes actualmente se encuentran radicando en Michigan, Estados Unidos y debido a su situación migratoria no pudieron venir a reclamar el cuerpo de su hijo.
Pero otorgaron un poder a Octavio y Miguel, para que en su nombre se presentaran ante las autoridades ministeriales y realizaran las gestiones para la entrega del cuerpo.
Por acuerdo familiar, el cuerpo de Gamiño Ochoa sería inhumado en Reynosa, para lo cual se asesoraban con Guadalupe Puente Reyes, el amigo de Ormbaldo y testigo de la tragedia que se registró en las traicioneras aguas del río Bravo. (Por Antonio Ramírez / antonio.ramirez@latarde.com.mx)