Reclaman apoyo jornaleros heridos

El accidente se registró hace más de una semana; una mujer perdió la vida

Altamira

A poco más de una semana de haberse registrado un trágico accidente en donde una mujer perdiera la vida y al menos 20 trabajadores del campo resultarán heridos, estos se quejan amargamente pues no han recibido apoyo de los propietarios del rancho en donde pizcaban chile.

Juana Zavala Hernández, abuela de dos jóvenes heridos en dicho accidente reveló que los propietarios del Rancho el “Venadito” no se han hecho responsables de los gastos de los al menos 20 trabajadores, así como de los gastos fúnebres de la mujer que perdió la vida.

El accidente se registró el 28 de Febrero en el Puente Roto en donde la camioneta Van en la que eran transportados a la labor, fuera impactada por un camión materialista y posteriormente la camioneta de transporte volcara.

Miguel Ángel Uribe Briseño y Víctor Eduardo Uribe García son tan sólo dos de los lesionados que a la fecha mantienen heridas en diversas partes del cuerpo.

Refirieron que los trasladaron al Hospital Civil de Tampico de donde posteriormente los dieron de “Alta”, sin embargo entre los familiares tuvieron que conseguir el dinero que les solicitaba el hospital.

Precisaron que se pusieron en contacto con el encargado del rancho de nombre “Brígido” pero éste no les dio respuesta alguna.

Informaron que al contrario, el sueldo que tenían pendiente por trabajar el sábado y lunes, les descontaron 85 pesos.

“65 pesos que no sabemos de qué y 20 por el transporte que pagamos para ir a trabajar”, indicó Víctor Eduardo.

Señalaron que tenían tres semanas trabajando en la pizca de chile en el mencionado rancho y en promedio lograban obtener unos 150 pesos al día, trabajamos sábado y lunes y sólo nos pagaron 215 pesos por el descuento que nos hicieron.

Refieren que en el rancho laboran unas 150 personas entre adolescentes menores de edad y personas adultas.

Después del accidente y que pidieron el apoyo con los gastos médicos fueron despedidos, aseguraron.

A la falta de recursos, sólo tienen la oportunidad de atenderle las heridas con hierbas del campo y pomadas que les recetaron en el hospital, “porque medicamento, pues no tenemos para eso. Y ahora menos sin trabajo”.