El funcionario explicó que dadas las condiciones económicas resulta complicado para los concesionarios acceder a créditos financieros para nuevas unidades que estén acorde a sus posibilidades.
“Han estado pasando una racha difícil, económicamente hablando, y yo creo para todos, el aumento del precio del combustible mes tras mes, y últimamente el aumento del dólar que lleva más de dos pesos en menos de seis meses, les pega enormemente y los inhibe para adquirir nuevas unidades”.
Detalló que cada unidad nueva tiene un costo de aproximadamente un millón 300 mil pesos, más el pago de seguro, y otros trámites, incrementa la inversión que tienen que destinar. “Hemos tenido diversas pláticas con instituciones financieras, con el objetivo de lograr acercar a los concesionarios créditos blandos que pueden beneficiarlos y concretar la compra de camiones nuevos”.
Afirmó que además de buscar la flexibilización de los créditos, continuarán trabajando en la concientización de los concesionarios respecto a la importancia de sustituir las unidades.