Prefieren pasar frío que ir a los albergues

Sólo uno de más de 20 indigentes encontrados en la calle optó por pasar horas congelantes bajo un techo y asistido por las autoridades

De más de 20 indigentes que fueron encontrados en las calles del centro de la ciudad, Protección Civil solo trasladó a uno al albergue que se activó en la casa del Migrante.

El resto –dijo el director de PC- “han preferido permanecer en los lugares que utilizan para pernoctar, completamente desprotegidos”.

Aseguró que si se quedan es por decisión de ellos, “nosotros los invitamos, les ofrecemos bebidas calientes, pan y cobijas. Muchos las aceptan de buena gana, otros las rechazan y hasta nos insultan; pero es nuestro trabajo y tenemos instrucciones de llevar a cabo estos operativos con el propósito de que en Reynosa el frío no cobre víctimas”, afirmó el jefe de Protección Civil y Bomberos, quien se encontraba al frente del operativo.

Desde temprana hora, cuando empezó a descender la temperatura drásticamente, las patrullas y ambulancias iniciaron los recorridos.

“Se tienen identificados los lugares donde se encuentran los indigentes y acudimos a ellos, pero como siempre nos encontraron con el rechazo sistemático”, lamentó el funcionario.

Poco antes de las 20:00 horas al transitar el convoy del operativo por las calles Juárez y Guerrero del primer cuadro se encontraron con el señor Ortiz, un hombre de la tercera edad, a quien temprano ya le habían entregado chocolate caliente y algunas piezas de pan.

Como la temperatura a esa hora ya había descendido a -2º lo invitaron al albergue y lograron convencerlo, pero con la condición que se llevaran con él numerosos galones vacíos de plástico que había andado acumulando durante el día.

Así que cargaron con él y sus galones, así como un colchón y las cobijas.

Algo paradójico sucedió en éste caso, cuando un paramédico se acercó al hombre y le ofreció un pan y un vaso de café: “n’mbre, ya no quiero….ya me han dado tanta comida que hasta tuve que tirarla a la basura”.

Ante el comentario el empleado municipal regresó a la ambulancia y guardó el café y el pan.