Pasión por los zapatos lo llevó a profesionalizarse

Es el bolero y zapatero favorito de muchos, ya que no solo los asea, si no que hasta los repara

Desde los 14 años el reynosense José Antonio Galicia, de 58 años, se dedica a bolear zapatos, el oficio le permitió mantener a su familia por más de 2 décadas, hasta que la necesidad le obligó a enseñarse a reparar suelas despegadas, correas, pieles y plantillas, por lo que se considera a si mismo un profesional del calzado todo terreno.

“Es mas ganancia trabajar así, porque quienes vienen a veces traen sus zapatos un poquito descosidos, a veces la suela ya esta en las últimas y necesita remache, yo aprovecho para hacerles arreglos y cobrar un poquito más”.

Aunque practica uno de los oficios en peligro de extinción y del que no existen registros ante el padrón de empleo local, él no se arrepiente de haberse formado entre las calles de Reynosa con su abuelo como mentor “Él fue quien me enseñó, es para mi el mejor, me acuerdo que tenía como un cajoncito de bolear y empecé al pasito a agarrar trapitos, cepillos, cera hasta que fui perfeccionando mi técnica, me convertí en un profesional y no por nada soy el favorito de muchos, me gusta tanto lo que hago que hasta trabajos gratis he hecho, esto no es de dinero es de pasión”.

“LOS ZAPATOS NO SON DESECHABLES”

Su filosofía indica que cuando se compra un par de zapatos estos no deben tirarse tan fácil ya que no cualquier par se amolda al pie “Yo tengo comprobado que los zapatos no son desechables, tienen un tiempo de vida, sí, pero hay gente con pares que compraron hace 5 o 10 años y que no han encontrado calidad o alguno que les de el soporte como esos”.

En su experiencia ha aprendido trucos para quienes sufren de pie plano, juanetes y otras anomalías.

Galicia trabaja en la plaza principal junto al kiosco, es el ante penúltimo en la fila de los 22 lustradores municipales, en su lugar también ofrece reparaciones para sillas de montar, bolsos y cinturones.

QUE NO DESAPAREZCAN...

EL MAÑANA le presentó el pasado 26 y 28 del mes en curso la situación económica por la que atraviesan personas que se dedican a lustrar o reparar calzado y quienes de sastre se ganan la vida.

Aquellos que los procuran hacen un llamado para que se les de más apoyo. “Son personas de la tercera edad muy importantes, sin ellos yo andaría con mis zapatos sucios, trabajo en unas oficinas donde la imagen importa, a veces llego corriendo y les digo apúrenle porque si no llego limpio me corren, nunca me han quedado mal”. dijo Alfonso.

“Yo tengo mis zapatos favoritos con mucho cariño porque me los dio mi mamá para un cumpleaños, ella falleció el año pasado, y yo se que hizo muchos sacrificios para comprarlos, los traje con él porque se abrieron y espero pueda ayudarme” mencionó Maricela quien llegó con José por recomendaciones.