En un recorrido por las calles de la colonia Cuauhtémoc, pudimos constatar con nuestro lente que se están realizado muchas obras en ésta, pero el punto es que no se tiene ni el más mínimo respeto a los peatones o conductores, por doquier se ven montones de grava y arena y hasta revolvedoras de cemento en plena arteria obstruyendo el libre paso sin que autoridad alguna tome cartas en el asunto.

Pasamos por la calle H. Colegio Militar, Sur Dos, Poniente 3 y 4, así como otras más por el mismo rumbo como Oriente 3 y 4, pudimos constatar que algunas de las obstrucciones son verdaderamente murallas infranqueables para las familias, niños, estudiantes; ni hablar de las personas discapacitadas, de por si la ciudad cuenta con pocos accesos para ellos, para que ahora las autoridades permitan la obstrucción de las banquetas, obligando a la gente a caminar por medio de la calle.

Ya vienen las elecciones y las consabidas promesas de los candidatos incluyendo al que quiere repetir, “cómo para qué”, dicen los colonos, sólo se ha dedicado a saquear las finanzas del pueblo, premiando a sus regidores con 40 mil mensuales y a decenas de sus allegados hasta con 20 mil pesos en la abultada nómina del municipio.