Tal fue el caso de Zoe Alejandro Saldaña, originario del estado de Chihuahua y quien vivía en Odessa con sus padres.
El pequeño, con tan sólo un año y medio de edad. murió envenenado tras ingerir esta clase de pila, según aseguran sus familiares.
“Empezó a enfermarse hace una semana. Primero fue una tos que no se le quitaba. El martes -20 de mayo- lo llevamos a emergencia y nos dijeron que era un virus, que tenía los bronquios inflamados”, dijo Alba Estrada, prima de los padres de Zoe.
“La mañana del viernes empezó a toser sangre y nuevamente los llevamos al hospital”, precisó.
Zoe Alejandro murió el viernes 23 de mayo después de que fuera llevado a la sala de emergencia con un fuerte dolor en su abdomen.
“Los médicos le hicieron finalmente una radiografía y encontraron una pila plana y redonda en su estómago.
Dijeron que lo remitirían en un helicóptero a Lubbock para operarlo. Cuando sus padres iban en camino por carretera, los llamaron para decirles que el niño había perdido la vida”, explicó desconsolada Estrada.
El miércoles en Odessa fue el funeral de Zoe Alejandro, el único hijo de José Alejandro Saldaña y Cintia Armendáriz. (Odessa, Chih. / Agencias).