Muere al caer y desnucarse

Tras embriagarse con amigos en su casa, celaba a su esposa.

Un herrero se embriagó con sus amigos en su propio domicilio, pero éstos se retiraron antes de la medianoche y su mujer empezó a recoger las cosas cuando éste se fue a dormir, pero regresó y la empezó a celar, ella le pedía que se calmara, trató de golpearla pero no lo logró y fue así como por su propio peso se cayó y murió al golpearse y desnucarse.

De los hechos fueron testigos un hijo del occiso y una hija de la ahora viuda, por lo que llamaron a los puestos de socorro y éstos lo dictaminaron sin vida.

Fue el agente del Ministertio Público séptimo, José Alfredo Rodríguez González, quien se dirigió en los primeros minutos de ayer a la calla Santa Ana número 37 del fraccionamiento Jacarandas y dio fe del cuerpo sin vida de Pedro Pablo Ríos Colunga, quien contaba con 42 años de edad.

Éste se encontraba tirado en la banqueta boca arriba y le sangraba el cráneo.

Nadia Maricela Rivera Orta es quien acudiera a reclamar el cuerpo sin vida de su pareja.

Dijo que apenas el pasado 29 de junio acababa de cumplir 42 años y éste seguía festejando.

Aclaró que siempre que se embriagaba le daba por ponerse necio, la celaba y la agredía física y verbalmente.

Esta vez no fue la excepción, ya que el ahora occiso, desde la una de la tarde se puso a tomar con sus amigos y éstos se retiraron a las once de la noche.

Ella, al igual que su hija y el hijo de ambos, salieron al patio y como estaba solo, se pusieron a platicar con el ahora occiso y al cabo de unos 20 minutos, decidieron irse a acostar.

Éste se acostó y ella se levantó para meter el estéreo que se había quedado en el patio para evitar que se lo fueran a robar.

Cuando realizaba esta labor sintió una mirada en la espalda y al voltear observó parado en la puerta al ahora occiso, quien le reclamó celos.

“Ya veniste de c... con el vecino”, ella le pidió que se calmara y que la respetara, ya que sólo estaba recogiendo el estéreo y éste seguía insultándola. (Matamoros, Tam.)