Día de niños, una etapa para recordar en la adultez

La mejor etapa para ser feliz, en donde se corre, se brinca sin tener preocupaciones

¡Qué vivan los niños!

Que mejor edad para ser feliz?

¡La niñez!

Se corre, se brinca, se juega, se grita, se revuelca, se duerme, se come, se ríe, se sueña.

SON PURAS RISAS

Una época de exploración, ese curiosidad, de aprendizaje, de pantalones cortos y camisetas con tus mejores héroes.

De la capa de Superman, de los cuentos de Caperucita Roja, del corre y corre atrás de un balón.

Y para los adultos recordar los juegos de las canicas, el burro bala, los encantados, el bebeleche, la lotería, las adivinanzas, la matatena, el ahogadito, el pocito matón y los  cuentos de espantos en la penumbra de la casi noche y afuera de la casa.

Las niñas a la casita y la comidita y los niños a los carritos.

¿QUIÉN NO FUE NIÑO?

Etapa obligada, con sus pros y sus contras, con sus risas y con sus lágrimas, con su justicia y su injusticia.

Cortes de pelo pelón y los moños de todos colores para las princesas de la casa.

Las matinées, los salones de juego en las pizzas: ¡Que envidia!

Todos querían ser el sheriff, nadie quería ser indio.

Pistolas espaciales, pistolas de vaqueros, rifles, y disfraces de monstruos.

La campana del recreo y la algarabía eterna durante media hora.

Los tacos fuera de la escuela, tortas, juegos y refrescos.

Vivan los niños!