Camargo, Tam.
Numerosos productores de la región que irrigan sus parcelas mediante el sistema de bombeo, por seguridad guardan sus máquinas al concluir los riegos, porque se han registrado casos en donde personas ajenas roban los cables, algunas partes o incluso la bomba completa.
Los agricultores que más riesgo corren son los que tienen sus ranchos más aparatos o que no tienen quien cuide las bombas, lo que alienta a los ladrones para cometer sus fechorías.
Algunos hombres del campo han sufrido el robo de sus bombas, lo que les representa un duro golpe, pues algunas son bastante caras, ya sea que operen con diesel o electricidad.
Por experiencias propias o de agricultores conocidos, muchos de los productores que riegan mediante el sistema de bombeo optan por desarmar los aparatos cuando terminan de regar y los guardan en lugares seguros.
Ya cuando los vuelven a necesitar, las reinstalan en las márgenes del río Bravo, para extraer el agua y alimentar a las plantas o irrigar la tierra para sembrar.
Existen bombas muy modernas y rústicas, algunas mucho más cara que otras, pero lo cierto es que no existen bombas baratas con capacidad para extraer agua suficiente que permita al productor realizar un riego eficiente.