México lamenta el nuevo golpe

El gobierno de Peña Nieto vincula la decisión de Donald Trump con las negociaciones del TLC; promete ayuda a dreamers

México

México asumió como un nuevo golpe a su amor propio la decisión de Donald Trump de poner fin al programa de visados que convertiría en indocumentados a más de 800.000 latinos, la gran mayoría mexicanos.

En el Gobierno de Enrique Peña Nieto, que lamentó la decisión del presidente estadounidense, existe la creencia de que los dreamers pagan los platos rotos de una negociación económica que transita por un camino incierto. “No es casual que se anuncie esta decisión en medio de la negociación del Acuerdo de Libre Comercio (TLC)”, aseguró Carlos Sada, secretario de Estado para América del Norte después de dos rondas de discusión sentado cara a cara con los enviados de Trump.

Sin embargo, el miedo se instaló en la comunidad de latinos antes incluso de que se anunciara el fin del programa DACA. “Es indignante y frustrante lo que está sucediendo con la generación de emigrantes mejor preparada de la historia de México” explica Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, un programa en el que participa el Estado y la sociedad civil para la integración de los retornados. 

“En los últimos meses los arrestos de indocumentados han aumentado un 40% y creció un 28% los arrestos sin motivo alguno, sin infracción de por medio de ningún tipo” añade . “Los ‘dreamers’ son el rostro más positivo de la emigración y esta decisión es la más grave de todas las tomadas por Trump por las implicaciones sociales que conlleva”.

A la amenaza de levantar un muro entre los dos países, llevarse las empresas que fabrican en México o romper la negociación del acuerdo de libre comercio (TLC) se suma ahora una decisión de alto impacto social que no solo deja desprotegidos a cientos de miles de mexicanos, sino que podría convertir su hipotético regreso a México en un serio problema al sur del río Bravo.

El Gobierno mexicano anunció que la estrategia oficial a partir de ahora consiste en defenderlos en suelo estadounidense a través de la red consular, para impedir por todos los medios legales que puedan ser deportados. Sin embargo, llegado el caso, México los recibirá “con los brazos abiertos”, señaló el Gobierno en un comunicado hecho público nada más conocerse la noticia, pero recibido con escepticismo entre los migrantes ya deportados.

Retórica diplomática al margen, desde que Trump llegó al poder y la expulsión o salida voluntaria del país se convirtió en una posibilidad real “la pregunta habitual entre los indocumentados es, si voy a México, ¿qué puedo hacer allí?”, reconoce Rendón.

Hasta el momento la respuesta oficial ha sido frustrante y se han encontrado con un país que los desconoce y que ni siquiera convalida sus estudios o los integra en el servicio de salud. Por ello México anunció un paquete de medidas que incluye bolsa de trabajo, créditos, becas, acceso a la educación y filiación al seguro popular en un intento por capitalizar la llegada masiva de jóvenes en los que el 98% de ellos son bilingües, el 70% tiene educación superior y el 91% de ellos tienen un empleo formal, pero que no conocen otro país que Estados Unidos. 

CONDENAN REVOCACIÓN DE DACA

 Políticos estadounidenses condenaron el anuncio de la desmantelación del programa DACA, que protege de la deportación a cerca de 800 mil jóvenes indocumentados.

“Traídos por sus padres, estos niños no tomaron la decisión de venir aquí. Ahora serán enviados a países que nunca conocieron. Cruel. No es estadounidense”, escribió el ex Vicepresidente Joe Biden en Twitter.

La líder demócrata del Congreso, Nancy Pelosi, condenó la decisión del Presidente Donald Trump, anunciada hoy por la mañana por su Fiscal, Jeff Sessions.

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, también criticó la decisión.

“Es particularmente cruel ofrecer a los jóvenes el Sueño Americano, animarlos a salir de las sombras y confiar en nuestro gobierno, y luego castigarlos por ello”, indicó.