Aunque esta rechazada como culto por ser catalogado como pagano. El culto a la Santa Muerte atraviesa por malos días en cuanto a sus fieles y expresiones de adoración que antaño florecieron por doquier, principalmente en puntos intermedios carreteros, en donde se le profesaba devoción por parte de sus seguidores.

En la Carretera Reynosa- Ribereña se encuentran vestigios de lo que fuera el principal santuario de la Santa Muerte, hace unos años Santiago Vasquez originario de Valle Hermoso lo creo, motivado por el auge que hace años tenia ese culto, principalmente entre quienes se dedicaban a actividades fuera de la Ley.

El santuario floreció bajo su cuidado y por aquel entonces políticos, acaudalados y presuntos delincuentes venían hasta aquí a solicitar protección y bonanza a la “niña blanca“ como también la llaman.

Se encendían veladoras, se ofrendaba lo mismo dinero, whisky, cigarros y otros artículos para conquistar los favores de la Santa Muerte.

Hoy en día de aquel santuario solamente quedan recuerdos de tiempos mejores, y aunque aun se sigue visitando, son apenas unas cuantas ofrendas que se mantienen de pie, desafiando el tiempo y también la incursión de militares que tienen la orden de destruirlos.