El sueño del pequeño Juan Pablo Macarena, era ser soldado.
El día de ayer, la Secretaría de la Defensa Nacional, cumplió el anhelo de este niño que padece de un tumor en la glándula suprarrenal.
El Coronel de Caballería, Luis Andrés Gutiérrez Garnica y el Teniente Coronel Enrique Elvira Sáenz, recibieron al menor para encabezar la ceremonia de honores.
Adela Martínez, madre del menor, destacó que desde pequeño, Juan Pablo jugaba con soldaditos de plástico y soñaba, con ser uno de ellos en la vida real.
Ahora, Juan Pablo vistió gallardo el uniforme militar y siguió las indicaciones de la ceremonia donde lo nombraron soldado honorario de la Octava Zona Militar de Reynosa.
SOLDADO HONORARIO
En punto de las 9:00 horas, los elementos militares, formaron filas a fin de rendir novedades y escuchar, la designación de Juan Pablo.
“Dispone el Coronel de Caballería Diplomado de Estado Mayor, Luis Andrés Gutiérrez Garnica, se haga del conocimiento del personal que con esta fecha, la unidad se honra con la presencia del menor, Juan Pablo Macanera Martínez y su apreciable familia. La visita es para nombrarlo soldado honorario y así formar parte de nuestro Ejército y Fuerza Area Mexicana”, anunció uno de los elementos en la ceremonia.
Dijo que la fuerza de voluntad, coraje y un carácter ejemplar le permite abrirse paso ante las adversidades del devenir cotidiano, por esta razón para cada integrante de esta unidad esta visita constituye un estímulo para trabajar con esmero y dedicación.
Tras ser designado como soldado honorario, Juan Pablo recibió un gran abrazo de su madre, quien dijo sentirse orgullosa de que su hijo se haya convertido en soldado.
“El siempre me decía que quería ser soldado. Bendito Dios va muy bien en sus quimioterapias, el acercamiento se dio gracias a la Alianza Anticáncer de Monterrey”.
ORGULLO
Para el Ejército Mexicano, fue un honor designar a Juan Pablo como soldado pues saben, las duras batallas que ha tenido que librar, para superar su enfermedad.
El Coronel de Caballería, Luis Andrés Gutiérrez Garnica indicó que es la primera vez que realizan esta ceremonia y que se encontraban orgullosos de recibir a Juan Pablo.
“Lo tendremos considerado como un elemento más de nuestro regimiento siempre. Establecemos contacto con instituciones y cada que se genere una oportunidad lo vamos a hacer”.
Juan Pablo, recibió un reconocimiento con una gran sonrisa, visitó los dormitorios, conoció las unidades que a diario, utilizan los soldados para realizar sus labores de vigilancia.
A sus nueve años, Juan Pablo prefiere mantenerse callado, apenas y comenta que desde pequeño quería ser soldado y que va a una escuela cercana a su casa.
“La Secretaria de la Defensa Nacional implementa el programa Soldado Honorario precisamente para reconocer la labor de niños ejemplares para cumplirles su sueño con actividades castrenses que desarrollamos aquí, para que puedan involucrarse conforme a sus necesidades”.