Cuando se disponía a cambiar la segunda chapa en la residencia donde trabajaba, un cerrajero fue sorprendido por un infarto fulminante que lo dejó muerto al instante.

Alfredo Hernández Ortiz, quien laboraba en la cerrajería “Alex” que se ubica en la colonia del Valle, había sido contratado por la señora Benita García Reyna, de 68 años, para que le cambiara dos chapas en las puertas de su residencia ubicada por la calle Soto La Marina en la colonia Hidalgo.

Serían las 13:00 horas cuando Hernández llegó a cumplir con el compromiso y alcanzó a instalar una de las chapas, la de la puerta principal.

Pero le faltaba una de una puerta interior, pero cuando se disponía cambiarla, sobrevino el infarto que lo hizo desvanecerse.

Estaba presente la dueña de la casa, quien se sorprendió y trató de reanimarlo, pero al ver que no respondía optó por pedir auxilio a la Cruz Roja. Paramédicos de la Cruz Roja, acudieron pero de inmediato se dieron cuenta que el cerrajero ya no tenía hálitos de vida.

Al comprobar que había fallecido, decidieron llamar a las autoridades ministeriales. Policías Estatales de Investigación acudieron con peritos de la PGJE para dar fe del cuerpo, pero al confirmar que se trataba de una muerte natural y luego de entrevistarse con familiares de la víctima, decidieron no abrir carpeta de investigación y dejar que un médico certificara la muerte como natural.

Fuentes confiables, dijeron que había sido un infarto fulminante lo que acabó con la vida del infortunado cerrajero. No había delito que perseguir, por lo que el caso no llegó a convertirse en una carpeta de investigación.