El hombre que se encontró muerto a golpes y heridas cortantes cerca de las calicheras de la colonia Ayuntamiento 2000, resultó ser el encargado del estacionamiento frontal del IMSS de bulevar Hidalgo y Praxedis Balboa.

Adelaida Villanueva Escoto, de 40 años, a través de la información que se publicó en LA TARDE, reconoció a su hermano Saúl González Escoto de 43 años y acudió a la agencia del MP del tercer turno para identificarlo y reclamar su cadáver para darle cristiana sepultura.

Ella dijo que la última vez que supo de su hermano, fue cuando lo buscaron en su trabajo y le preguntaron por él a uno de sus compañeros, un hombre de algunos 50 años, chaparrito y delgado.

“El nos dijo que se encontraba trabajando, pero que en esos momentos (el día 30 de diciembre por la tarde), había ido a comprar unos tacos”, dijo la afligida mujer. Señaló que ese día solo supo que si estaba trabajando, pero no pudo verlo y se fue con la seguridad de que su hermano se encontraba bien, pues ya tenía varias semanas que no iba a su casa ubicada en 6 Oeste 594 de la colonia Independencia.

Pero a partir de entonces ya no supieron nada de él, sin embargo, dijeron que con la única persona que se juntaba era con su compañero de trabajo, de quien desconocía su nombre.

“Mi hermano no tenía problemas con nadie, pues simplemente él se dedicaba sólo a su trabajo, donde incluso los médicos del IMSS, le tenían bastante confianza, al grado que le confiaban dinero para depositar en sus cuentas o le dejaban las llaves de sus unidades”, indicó Adelaida.

Ayer por la tarde, ante el licenciado Jorge Carlos Sánchez Fernández, solicitó la entrega del cuerpo para su cristiana sepultura. Pidió que se investigara a fondo, porque, según dijo, su hermano no merecía la muerte que le dieron.