De bonita calificó la muerte de su hermano, el técnico en refrigeración Eduardo Flores Ibarra, pues siempre vivieron con el temor de que Juan José Flores Ibarra, muriera en su casa donde vivía solo y que lo fueran a encontrar putrefacto.

Flores Ibarra, que tiene su domicilio en Culiacán 1600 de la colonia Esfuerzo Nacional, se presentó ayer ante el fiscal primero Luis Esteban García Delgado, para solicitar la entrega del cuerpo y las pertenencias de su hermano.

“Vine hasta ahora, porque tarde cuatro días en darme cuenta de su muerte y un día para reunir la documentación necesaria y comprobar el parentesco ante las autoridades”, dijo Eduardo.

Finalmente comprobó con documentos oficiales que Juan José era su hermano y consiguió el oficio con el que liberaron su cuerpo en el SEMEFO. Explicó que con la muerte de su hermano habían quedado truncados varios proyectos familiares.

Él desde hacía varios años se había separado de su pareja sentimental y ya no volvió a unirse con ninguna otra mujer, por lo que vivía solo. En la familia había antecedentes de problemas cardíacos, pues su padre y dos tíos ya habían fallecido infartados y a ellos le preocupaba que Juan José fuera sorprendido por la muerte en la soledad de su cuarto.

Por eso habían planeado construir en la casa de Eduardo un cuartito de material, con dos propósitos. Uno, para que ya no viviera solo y para que evitara el pago de renta. Juan José, había dejado de ingerir alcohol desde hace varios años y diariamente ejercitaba su cuerpo caminando.