Barcelona, España
Una leyenda nació ayer en el Camp Nou. El Barsa humilló a las estadísticas y al PSG al remontar un 4-0 y pasar a Octavos de la Champions con un 6-1 (global de 6-5).
Tenía 90 minutos para, por lo menos, alcanzar un 4-0 y ya eso tenía visos de hazaña y fantasía. Ni que hablar de meter tres goles en 7 minutos. Eso ya era de Hollywood.
El partido había empezado de la mejor manera con Luis Suárez anotando un gol de partido de escolares, lleno de enredos. Aunque se hizo dueño de la pelota todo el primer tiempo, no inquietó con certeza el arco parisino. El segundo gol cayó en el momento justo y fue una puñalada en propia puerta de Layvin Kurzawa.
Al arranque del segundo tiempo se encaminaba el milagro cuando le hacen cuestionado penal a Neymar y Messi lo convierte en gol. Pero el PSG, que ya había avisado con un tiro al poste de Edison Cavani, logró el descuento por medio del delantero charrúa.
La tribuna seguía alentando y los jugadores culés intentaban espantar con pases cortos el fantasma de la eliminación. Tenían que hacer por lo menos otros tres goles y quedaba menos tiempo. Los franceses perdieron dos veces la oportunidad de sentenciar el partido y el Barsa se volvió a subir a la ilusión con un golazo de Neymar de tiro libre. Pero ya faltaban 2 minutos. Suárez consiguió engañar al árbitro y le dieron un penal. Esta vez Messi, que no estuvo en su mejor noche, dio un paso al costado y se lo cedió a Neymar que puso el 5-1.
“¡Sí, se puede!, ¡Sí, se puede”, volvió a corear el estadio. En la radio el narrador elogiaba el orgullo culé, pero casi en tono de despedida hasta que de nuevo Neymar, el mejor de la cancha, sacó la varita mágica y centró en diagonal para que Sergi Roberto cerrara el telón de una obra homérica y de una nueva tragedia del PSG.
Fue la locura en el Camp Nou. En la cancha: con la invasión de todo el banquillo culé, incluido Luis Enrique. En la tribuna: con mil abrazos entre desconocidos como en una comunión pagana. En el palco de honor, lleno de autoridades catalanas y francesas, desapareció el protocolo; en el de la prensa: los periodistas gritaron el gol como un fanático más.
Cuando acabó el partido se festejaba con euforia de campeones. Parecía que Cardiff había llegado antes de tiempo.
“Una gesta heroica”, dijo Piqué, quien después regresó al campo con su esposa Shakira a inmortalizar el recuerdo. En la playa de Barcelona, en plena noche, el septuagenario ex presidente culé Joan Gaspart se metió en el mar para festejar.
El Barsa sigue en la Champions. “Fue una cuestión de fe”, sintetizó Luis Enrique.
ECHAN AL BENFICA
Pierre-Emerick Aubameyang anotó un triplete y Christian Pulisic marcó su primer gol en la Liga de Campeones, con lo que Borussia Dortmund consumó la remontada al vencer 4-0 a Benfica para clasificarse a los Cuartos de Final.
Aubameyang, quien falló un penal en la derrota 1-0 del Dortmund en la ida en Portugal, se reivindicó en la vuelta en Alemania y su equipo avanzó con global de 4-1.
“No quedé contento con ese partido, por la forma cómo jugué”, declaró el artillero de Gabón sobre su desempeño en la ida. “Quería demostrarle a mis compañeros que soy capaz de cosas mejores”.
Aubameyang encaminó la goleada con su primer gol a los cuatro minutos, al rematar un tiro de esquina peinado por Pulisic. El estadounidense de 18 años fue titular en el puesto de Marco Reus.
Pulisic marcó su tanto al 59’, y dos minutos después Aubameyang aumentó la ventaja. El delantero logró su tercero del partido, y séptimo del torneo, a cinco del final.
El miedo a recibir un gol de visitante pareció abrumar a la zaga del Dortmund.
“Tuvimos ocasiones tras el descanso y las desperdiciamos. Y luego ya no supimos cómo responder”, señaló el técnico de Benfica, Rui Vitoria.
El mexicano Raúl Jiménez, quien únicamente estuvo 15 minutos en el partido de ida en Lisboa, volvió a salir como suplente y tuvo la oportunidad de ingresar al partido en el minuto 82.
El sorteo de los cruces de Cuartos de Final se realizará el 17 de marzo en Nyon, Suiza.
Reforma