¡Goza!

Sin Bandera hizo enloquecer al Auditorio Nacional en una velada marcada por múltiples referencias al amor

Ciudad de México

Por quinta ocasión en este año, Sin Bandera hizo enloquecer al Auditorio Nacional en una velada marcada por múltiples referencias al amor.

Aún no iniciaba el concierto, pero los fans elevaban sus celulares apuntando hacia el escenario desde que un reloj en cuenta regresiva apareció en la pantalla cerca de las 19:30 horas.

Cuando los números llegaron a cero, las voces de Leonel García y Noel Schajris se escucharon para ser capturadas por los oídos de los casi 10 mil asistentes que acompañaron al dúo la noche de ayer, de acuerdo con cifras de los organizadores.

Los baladistas iniciaron con “Una Última Vez”, haciendo gala de esa confianza ganada después de toda una gira, y organizaron a la audiencia para que cantara con ellos, mientras el dueto lo hacía primero sin acompañamiento musical y después con ocho músicos y dos coristas.

“¿La estamos pasando bien?”, preguntó Noel después de las primeras piezas.

“Bienvenidos de donde sea que vengan, gracias por estar aquí. Yo creo que los latinos somos muy unidos, de aquí a la Patagonia. Mantengámonos así en estos momentos”, añadió Leonel. 

“Esta canción habla de eso, de un amor verdadero”, sumó su colega antes de cantar “Amor Real”.

El entusiasmo del público ya comenzaba a condensarse y fue cuando entonaron la nominada al Granmy Latino como canción del año, “En Ésta No”, cuando se escucharon los primeros “te amo” que le lanzaban fans a los protagonistas de la noche.

“Muchas gracias, se siente una electricidad hermosa”, destacó el mexicano al finalizar “Ves”, melodía que les valió aplausos extra.

Para marcar la mitad de la velada, el tono romántico se volvió más festivo con piezas como “Junto a ti” y “Sirena”. El argentino Schajris dio su tradicional “vuelta olímpica”, un recorrido veloz por el recinto para sentir de cerca al público.

Los gritos y coros fueron imparables a partir de entonces, así como los piropos a los cantantes, quienes prodigaban sonrisas desde el piano o con la guitarra en mano.

En la recta final, los primeros éxitos de la dupla se apoderaron de los corazones del público, que se estremecían igual con las piezas que aludían al final de un romance (“Suelta mi Mano”), que con aquellas dedicadas al amor naciente.