El Grito nunca fue fiesta en Los Pinos

La celebración ensombrecida por una emergencia o por la desgracia

CIUDAD DE MÉXICO

El Presidente Enrique Peña Nieto no logró festejar durante todo su sexenio el aniversario de la Independencia de México.

A excepción del 2016, la celebración del Grito estuvo ensombrecida por una emergencia o por la desgracia.

El 2013 fue el año más trágico: las tormentas Ingrid y Manuel azotaron con fuerza a una decena de estados justo el 14 de septiembre, dejando 157 muertos y al menos 200 mil damnificados, principalmente en Guerrero.

“Quiero ofrecerles una disculpa por tener que retirarme junto con los secretarios del Gobierno de la República porque creo que es del conocimiento público la contingencia que estamos enfrentando”, anunció el Mandatario, quien al día siguiente viajó a Acapulco.

En el 2014, también un día antes del Grito, el Huracán Odile golpeó en Baja California Sur, dañando al menos 8 mil viviendas y hoteles, además de provocar una decena de muertes.

“En gesto de solidaridad para con las familias que han resultado afectadas (...) quiero apelar a su comprensión por no acompañarles en este festejo”, dijo antes de retirarse.

En el 2015, la Presidencia decidió cancelar la cena tradicional del Grito de Independencia, en el marco de las movilizaciones a un año de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. Además, dos días antes, ocho mexicanos habían muerto de manera dramática durante un ataque del Ejército de Egipto, en dicho país.

Finalmente, en 2017, la sombra de la desgracia también empañó la fiesta patria, pues el sismo del 7 de septiembre dejó 110 mil viviendas dañadas y un centenar de muertos.

“Viva la solidaridad de los mexicanos con Chiapas y Oaxaca. Viva la Independencia Nacional”, fue parte de la arenga del Primer Mandatario. Hoy, Peña Nieto dará su último Grito de Independencia.